viernes, 10 de octubre de 2014

Iker Casillas: De santo a demonio



S
olía ser una fiel devota del Santo, miraba con orgullo y admiración aquellas milagrosas atajadas, aquellos goles casi hechos que no entraban gracias a las paradas imposibles que solían caracterizar a Iker Casillas. Lo admito, por muchos años tuve a Iker Casillas en un pedestal. Lo miraba como al niño prodigio que conseguía hacer cosas que parecían imposibles y defendía el escudo y la portería merengue de maneras admirables. Tenía su autógrafo y su foto colgada en la pared de mi oficina.  Hoy la realidad es otra, hoy Iker Casillas no me representa como madrisita, hoy Iker Casillas no es santo de mi devoción y hoy Iker Casillas no merece ser el portero titular del mejor equipo del mundo. Yo siempre le mantendré el respeto que merece a alguien que ha estado toda la vida en nuestro club y que ha conseguido una serie interminables de títulos y hazañas; sin embargo, no puede existir ningún jugador que esté por encima del club. La reciente entrevista que concedió a Canal + en vez de mejorar la imagen (ya en decadencia que tenía de él), la ha empeorado. Durante la entrevista, Iker habla sobre aquel partido del 2012 contra el Málaga, en donde Mourinho decide sentarlo.  Comenta que: Fue un toque de atención fructífero que me hizo reaccionar”. Supongo que la idea del entrenador habría sido precisamente esta, llamarle a atención y motivarlo a dar un poco más, lograr que trabajara y luchara por un puesto. Poco tiempo hubo para determinar si la llamada de atención surtió efecto o no, ya que vino la lesión y, de allím en adelante todo viene en declive para él. Al respecto, Iker comentó: “Curiosamente, cuando estaba lesionado, venía todos los días (refiriéndose al entrenador). En cuanto me recuperé, el señor Karanka dijo que no tenía el alta competitiva y ahí sentí que tenían un problema conmigo”. Seguro fue una situación difícil, creer que saldrás de una lesión y recuperarás el puesto titular al que estabas acostumbrado y darte cuenta que no es así. Hubo declaraciones y ruedas de prensa por parte del cuerpo técnico que eran muy desalentadoras para Casillas y creo que Iker en esos momento se sintió atacado y decide luchar por el puesto que creí que merecía,  por su historia y por su nombre. Sin embargo, decidió luchar de la manera incorrecta. Convenientes filtraciones a la prensa, comentarios de Sara Carbonero, fotos de pipas con sal, poco apoyo y peleas con compañeros, poca entrega y compromiso, amistades con periodistas deportivos y otras cosas que llevaron a un madridismo separado, que a pesar de amar al mismo equipo parecieran dos bandos en guerra.  Quizá Iker creía que se merecía su puesto y que el no tenerlo era injusto y quizá creyó que todos pensaríamos igual que él y que la afición presionaría y exigiría su titularidad. Obviamente esto no pasó, porque en el fútbol debes ganarte el puesto en base a tu rendimiento actual, en base a cómo has jugado el día de hoy y está más que claro decir que, hoy por hoy, Iker Casillas no es el mejor portero del mundo y no es el mejor portero del Real Madrid.  Basta con ver el gol que le han anotado en el partido de hoy con la selección contra Eslovaquia.  Creo que la historia hubiese sido muy distinta si hubiéramos visto un Iker que se esforzara por mejorar sus debilidades, por sudar cada entreno, por pulir su innegable talento natural, por demostrar en la cancha y, si no se le permitía jugar, que hubiera sudado en cada entreno hasta volver a ganarse  la oportunidad de hacerlo. Pero ocurrió lo contrario y comencé a ver un Iker que confiaba en su talento, más no trabajaba en mejorarlo y en mantenerlo. Un Iker que pareciera creer que por su historia merecía ser titular. Un Iker que más que fijarse en lo que era mejor para el equipo se dedicaba a buscar su propio bienestar. Obviamente, esta actitud cobra factura y su rendimiento en vez de mejorar comienza a decaer. Sus fallos en las salidas y su temido juego aéreo nos hacen sufrir cada vez más y sus mágicas atajadas comienzan a volverse más escasas.  Lo más preocupante o triste para mí es ver que en las declaraciones ha dejado claro que no tiene intención de sudar en los entrenos para mejorar y que cree que su talento es suficiente. Declaró: “La gente que hemos tenido el talento innato, lo único que tienes que hacer es cuidarlo. Yo no necesito ir al gimnasio y hacer 40 abdominadas. No, porque no me viene bien, no tengo un cuerpo estructural pero sí piernas fuertes”.  Iker, déjame recordarte que eres un atleta de alto rendimiento y juegas en el mejor equipo del mundo. Y no, no soy preparador físico ni especialista en deporte pero sé que un talento innato debe pulirse, debe trabajarse y que esas horas extras dedicadas al gimnasio, a fortalecer tu abdomen y promover tú potencia sería no solo beneficioso sino necesario, tanto para ti como para el equipo.  El talento debe ser la base, pero es indispensable trabajarlo a diario. Déjame recordarte, que no te haces más joven y hoy debes esforzarse el triple para hacer lo que ayer quizá salía naturalmente. La manera de luchar por un puesto es sudarlo a diario, no sirven filtraciones ni amistades, no sirven títulos pasados, no sirve un nombre, ni tratar de cambiar tu imagen con una entrevista. La única forma de cambiar la percepción que muchos tenemos hoy de ti es trabajando, sin reproches, sin derechos especiales, dándolo todo en cada entreno.  Ser jugador del Real Madrid no es sólo un privilegio, es tu trabajo y como todo buen profesional debes dar todo de ti para rendir al máximo y si vez que no puedes hacerlo  deberías reconocerlo y dar la oportunidad a talento nuevo. Te invito a que seas un ejemplo para los niños, que seas como un ave fénix que resurge de las cenizas, que no habla de madridismo, sino que lo vive. Que trabaja a tope y suda su puesto, que no asume que merece nada sino que demuestra a diario que lo merece. Te invito a que cambies tu idea y no sientas al Real Madrid como tu propiedad porque cuando algo es tu propiedad, tú haces con ella lo que quieres, la manejas como gustes y la cuides o no, sigue siendo tuya. Te recomiendo que mires al Madrid como a una ex novia a la que quieres volver a enamorar, por la que debes luchar, con hechos, con acciones, sudando la gota negra y demostrando día a día  que es lo más importante para ti. Quizá así regrese el Iker que era mi ídolo y al que admiraba como a pocos. Tu mismo has dicho en la entrevista que has visto un Iker al cual no estás acostumbrado (refiriendo a la actuación del pasado mundial). Desafíate a ti mismo a reencontrarte y a luchar por ese Iker que solía admirar. Olvida tu historia y lo que crees merecer. No vivas en el pasado, lucha por merecerlo el día de hoy y así quizá en el futuro en vez de pitos recibas aplausos!


¡HALA MADRID, HOY Y SIEMPRE!

Natalie Guto 




Sigueme en Twitter: @NatiGdeRamos1


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