martes, 1 de diciembre de 2015

Para que la maquina encienda hay que ordenar las piezas

El 24 de mayo de 2014 el Real Madrid conseguía la tan ansiada décima después de un partido agónico frente a los rivales capitalinos, el Atlético de Madrid. Todo madridista recordará ese partido hasta el final de los días y también recordaremos el  equipo de aquella temporada. Una plantilla solida y competitiva, se jugaba un buen fútbol  y cada jugador tenía bien clara su posición dentro del campo y sus asignaciones. Todo engranaba y el equipo era una maquinaria.

Después  de más de un año y con todas las bajas y nuevos fichajes, dicha maquinaria ha cambiado y sin llegar a comparar estilos debemos analizar funcionamiento en sí. Luego de una semana difícil para el madridismo, vemos un equipo que todavía no ha carburado al 100%, se mostraban destellos de calidad y parecía encaminado,  el problema llegó cuando los jugadores que estaban lesionados volvieron a la actividad.  Se asomaron dudas como  "¿A quién enviamos a la banca?" y el equipo se desdibujo en muchos aspectos.

Claros ejemplos de esta situación se vieron en el clásico y durante este fin de semana frente al Eibar, puntualmente con jugadores como Kovacic, Kroos, James, Casemiro y Bale. Cada uno tiene habilidades y destrezas características que los han traído hasta aquí y la pregunta principal es ¿Cómo alinearlos a todos o a la mayoría y que funcione el equipo?".

Sin Casemiro en el clásico no había fuerza en el mediocampo, Modric y Kroos no podían con los rivales. Además hay que señalar que Kroos no muestra todo su potencial jugando como volante 5, el prefiere tener un poco más de libertad y así proyectarse más al ataque, cosa que se vio en los minutos finales del último encuentro de liga. Kovacic mostró un buen fútbol en Ipurúa jugando  cerca de los delanteros para lograr conexión. Nos dimos cuenta de que James Rodriguez está incómodo y molesto  con su situación actual y Bale rinde mucho más al jugar por la izquierda, a pesar de que públicamente diga lo contrario.

No es fácil tomar este tipo de decisiones ni descifrar el once ideal de un equipo pero es algo extremadamente necesario para conseguir buenos resultados y buen juego; mientras más rápido sea, mucho mejor. Apenas se nombraron algunos de los jugadores titulares o con más posibilidad de serlo, pero en la banca también hay gran talento que debe ser administrado sabiamente ya que las rotaciones son vitales para terminar una larga temporada en buena forma.

En resumen y para verlo de otra perspectiva, Rafa Benítez tiene a su disposición una maquinaria potente y capaz de arrollar a cualquiera pero hay un problema, las piezas no están bien engranadas.  Con dedicación, preparación,  mano dura cuando sea necesario y con dos factores muy determinantes para un deportista, la sed de victoria y la garra,  podremos tener de vuelta a una maquina blanca capaz de lograr múltiples objetivos.

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