El mediocentro uruguayo terminaba contrato con el Real Madrid en 2021 y la directiva del club blanco se lo ha ampliado hasta 2025, incluyendo una subida de su cláusula hasta los 750 millones de euros, precio prohibitivo en mayúsculas.
Ha convencido a Zinedine Zidane en esa posición de sacrificio, de jugador que te aporta largo recorrido en la sala de máquinas y que ayuda tanto a los efectivos de la medular como llega desde segunda línea. Su contrato terminaba en 2021 y el próximo verano era una ventana complicada donde cualquier club interesado podía negociar a la baja.
A sus 21 años se va haciendo hueco paulatinamente en un Real Madrid que más pronto que tarde tendrá que relevar a Luka Modric (34) y que verá como Toni Kroos (29), renovado en el pasado mes de mayo, se planta en la treintena el 4 de enero.
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