Victoria y prueba superada. Nuestro equipo, el mejor del mundo, el Real Madrid que despidió el tramo de competición anterior cosechando una victoria sin atenuantes a domicilio volvió de la misma manera con una victoria incontestable frente al Eibar por 2-0 para obtener la décima conquista consecutiva en esta competición. Un triunfo conseguido desde el orden y paciencia para poder hacer daño en los momentos puntuales. Asensio pegó el primer golpe antes del descanso para ponernos en ventaja con un buen zurdazo imparable para el portero. En la segunda parte hubo que sufrir para mantener el cero en el arco por la llegada del factor climático hasta que Benzema mediada la segunda mitad aseguró el invicto en casa con un segundo gol que a la postre fue definitivo.
Los primeros compases del partido invitaron a pensar que era un partido de golpe por golpe y a los dos minutos Pape Diop dio el primer aviso con un disparo que atajo sin problemas Courtouis. Un minuto después Benzema casi aprovecha un regalo tras un mal pase atrás pero Dimitrovic. Asensio al 21 con su pegada característica pudo haber adelantado al equipo pero su zurdazo pegó en el travesaño. No perdonó a 5 minutos para el descanso. Recuperación de Casemiro y el mallorquín que no perdonó y con un zurdazo colocado nos puso en ventaja merecida por la superioridad manifiesta de los nuestros en la primera mitad. Ventaja para nosotros y toda la segunda parte por delante.
Tras el paso por vestuarios el equipo quería ponerle el candado al encuentro de manera rápida para empezar a pensar en lo que se viene y casi lo logramos al 51 gran conducción de Asensio y otra vez casi pone en apuros al Éibar pero Dimitrovic se lució con una gran parada. Vinicius y Kroos ingresaron para darle un poco más de frescura del equipo que casi sufre por causa del clima el gol del empate menos mal que Courtouis estuvo atento para salvar el empate poniendo en riesgo su integridad física.
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