La regularidad y las rotaciones dictaran el camino.
Comenzando está semana como líderes de La Liga Española y en la víspera del comienzo de una nueva edición del torneo de clubes más importante del mundo, las cosas empiezan a tomar forma para los merengues. No quiero pecar de optimista e ilusionarme cuando todavía falta mucho camino por recorrer pero es algo inevitable, con Zidane al mando del barco y una plantilla bien armada esta temporada puede un año blanco.
Le he dicho varias veces y creo que con el pasar de las últimas temporadas todos sabemos que un buen comienzo es algo clave para conseguir terminar en lo más alto del torneo local, ya con tres victorias consecutivas queremos conseguir una cuarta y seguir sumando puntos, desde la época de Pellegrini, en la 2009-2010, no iniciamos los primero cuatro encuentros sumando de a tres y el próximo partido frente al Espanyol será la oportunidad de oro para conseguir 12 puntos de 12 y encarrilar desde un inicio el torneo. A pesar de esto no podemos olvidarnos aquellos duelos que siempre serán claves para la obtención del trofeo, los duelos directos contra aquellos de arriba también serán un factor crucial para lograr el objetivo.
Lógicamente nos encantaría ganar todos y cada uno de los encuentros pero de no ser posible esto lo que de verdad queremos es un equipo que muestre regularidad tanto en la forma de jugar como en los resultados, hay que evitar tener una temporada llena de picos altos y bajos ya que esas "caídas" pueden ser una piedra en el zapato a final de temporada, la regularidad y tener picos de rendimiento altos son la clave del fútbol actual.
Para lograr lo anterior mencionado hay un aspecto que se empezó a cuidar desde la pretemporada y hasta ahora Zidane lo esta cumpliendo a rajatabla, con esto me refiero al estado físico del equipo y las rotaciones como pilar para todas y cada una de las competiciones. Pintus, nuestro preparador físico, tomó las riendas en la pretemporada y ahora Zidane demuestra que todos los jugadores pueden tener minutos de juego siempre y cuando sea merecedores de verdad, la meritocracia siempre por delante. Con una plantilla de 24 jugadores han visto actividad 21 de ellos, los tres faltántes son Keylor y Coentrao por motivos médicos y Yañez quien es el tercer portero del equipo.
Todo lo mencionado le dará a entender a los jugadores que todos pueden jugar pero tienen que trabajar duro para ellos, así se logrará un ambiente de competitividad sana dentro del equipo. Una competitividad que debe transformase en hambre de victorias y títulos, es posible volver a conquistar la Champions y ganar La Liga este año, claro que si ¡Somos el Real Madrid! pero para lograr esto los cimientos del equipo deben estar más fuertes que nunca.
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