Cristianos y Callejones.
Hace más de una década que Florentino pronunció uno de sus más conocidos lemas: "Zidanes y Pavones". Breve y conciso. Estrellas de incuestionable nivel y canteranos que defiendan la camiseta cómo si les fuese la vida en ello. Y así fue en el derbi.
Flotaba en el ambiente una mezcla de sensaciones extraña esta temporada. Presión, algo de miedo, bastantes ganas de revancha y un clima hostil, cómo siempre a ese lado del Manzanares. Encima, poco antes del partido, nos enterábamos que Marcelo, experto en dinamizar y alegrar ambientes grises se caía de la conovocatoria por unas molestias en la espalda. Lo sustituiría Coentrão, jugador de perfil muy distinto del brasileño, pero que ayer rindió a un nivel muy alto. Justo lo que requería el partido.
Con la delantera blanca falta de ideas (Kaká desaparecido, Benzema aislado y Di María renqueante) el Atlético se creció y con más garra que fútbol (salvo algunos detalles de Diego y Adrián) ahogó todo lo que buenamente pudo al Madrid. Hasta que una falta en el minuto 25 rompió el empate. Rutina habitual de Cristiano a la hora de lanzarla, pero resultado distinto al que nos ha ofrecido casi toda la campaña (si bién parece haberle cogido el punto en los últimos partidos). Así se llegó al descanso, tras unos plomizos veinte minutos en los que el equipo blanco seguía sin ideas ante un rival que no paraba de cortar el juego, para conseguir desquiciar al rival.
Al descanso, Özil sustituía a un casi inédito Kaká para cambiar las tornas, pero no lo consiguió y a los diez minutos, Falcao, uno de esos delanteros que remata cualquier cosa que pase por encima de su cabeza, establecía las tablas en el marcador. Otro pinchazo no se podía permitir, y fue entonces cuando rugió Cristiano y comandó todo el ataque blanco. El farragoso Atlético de la primera parte no pudo hacer más que intentar repeler las embestidas de un toro desbocado. Renunció al balón y esa fue su tumba. Cristiano recibió un buen pase de un gris Xabi Alonso y sacó un imparable latigazo que casi rompre la portería. El Madrid se ponía nuevamente por delante y Benzema dejaba su sitio a Higuaín que provocaría el penalti del 1-3. Con el partido casi cerrado, salió Callejón que siempre vive cada minuto con la elástica blanco cómo si fuese el primero. O el último. Fruto de su habitual intensidad llegó su gol para cerrar el derbi de los Cristianos y Callejones.
Buen articulo, la verdad! Bastante acertado. Yo tambien destacaria a Pepe, que firmo un partido defensivamentre solido y muy participativo ofensivamente. Como siempre muy atinado en tus comentarios Sergio Alonso! Un abrazo!
ResponderEliminarSe me acababan los elogios para Cristiano. Casi podría dedicarselo entero a el.
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