Copa Confederaciones: Italia 4-3 Japón

Italia 4 - 3 Japón
Estadio de Pernambuco
Recife

El pasado miércoles asistimos a uno de esos partidos difíciles de olvidar. No solo el partido con más goles de todo lo que llevamos disputado de la Copa Confederaciones, sino el partido con más calidad y sorpresas, aunque con final trágicamente futbolístico, y ahora veremos por que. El mejor partido de lo que llevamos de competición.



Se enfrentaban las selecciones de Italia y Japón. Presumiblemente sería un partido fácil para la selección azzurra, y una condena para los nipones. Condena para el país del Sol Naciente sí, pero partido fácil para los italianos no fue.



Empezó el partido con una selección Japonesa que iba enseñando los dientes, con distintos ataques con mucho peligro que hicieron que Italia se temiese lo peor. Muchos desajustes de los azzurri, que parecía que volvían al trasnochado ''catenaccio''. La selección nipona seguía mordiendo, jugando a ganar un partido que les permitía seguir soñando en miras de jugar contra México el último encuentro de la fase de grupos. Por su parte la selección italiana no brilló, y simplemente esperó a ver que pasaba corriendo como pollos sin cabeza. En el minuto 21, un penal idiota cometido por Buffon. Amarilla para el meta italiano y gol de Keisuke Honda en un disparo muy bien ejecutado. Empezaba bien el partido para la selección nipona, ya que el portero y otros dos italianos estaban ya con sendas tarjetas amarillas. El control nipón y la pájara italiana continuó haciéndose efectiva, con un ambiente que animaba más a Japón que a Italia, por el juego nipón que se vivía.  En el minuto 33' Shinji Kagawa terminó una jugada de ataque soberbia del equipo japonés, que puso un contundente 0-2 en el marcador, aunque podrían haber sido más. En el 41' De Rossi aprovechó un saque de esquina muy bien ejecutado por Andrea Pirlo y metió un gol que les acercaba en el marcador. El colegiado pitó el descanso. Japón ganaba 1-2 y pasando por encima de la todopoderosa Italia.



La segunda parte empezó como una locura, como los sueños de aquellos que se han pasado con la cena.  Japón iba, e Italia volvía con el mismo mordiente. Así fue que en el minuto 50' en una jugada con muchos rebotes y más fortuna, Emmanuele rescató un balón que colgó en el corazón del área con tan buena suerte que Atsuto Uchida, defensa japonés, marcó el gol del empate para Italia. 2-2, pero el partido no había acabado ahí. A japón no se le habían acabado las pilas, ni a Italia la suerte del favorito. El colegiado cobró un penal a favor de Italia por manos que, obviamente, no fueron así. Ballotelli no perdonó desde los once metros, poniendo el 3-2 en el marcador y manteniendo en 100% su efectividad desde el punto de castigo: 19/19. Japón, en lugar de arrugarse con la suerte azzurra, siguió atacando con mucha mordiente, superando a Italia en todos los aspectos. Ese esfuerzo, ese dominio tuvo su recompensa en el momento en que Shinji Okazaki cazó un tiro libre ejecutado por su selección y con un remate limpio puso más emoción al partido, como si no hubiera suficiente ya. 3-3 y quedaban 10 minutos para terminar el encuentro. Japón siguió insistiendo estando cerca varias veces de desempatar la contienda. Pero Italia es Italia. Nadie sabe como, consiguieron desempatar ellos con un gol de Giovinco después de una espectacular internada de Marchisio. Japón se iría de la Confederaciones sabiendo que merecían más, no sin antes dar otro susto a la ''esquadra azurra'' anotando un gol, que fue anulado y bien anulado por el colegiado.



El partido terminó así, 4-3 para los italianos con más suerte que fútbol. Con los japoneses con una cara amarga por que sabían que merecieron más. Pero esto es el fútbol, amigos. Gana quien más goles mete, y la condición de favoritos pesa. Italia aprovechó ese peso pero Japón no salió aplastado. Cuidado con los nipones en el Mundial 2014.

Raúl Sánchez Sanz (@Real_Raul_BCN en Twitter)

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