Gareth Bale, la joya de Cardiff
Autor: Andrés Ramírez Pelayo
La novela
futbolística del 2013 ha finalizado; después de un verano de especulaciones que
habían iniciado fuertemente desde principios de este año, de rumores y
posibilidades, de cantidades que se mencionaban pero no se fundamentaban, de
discusiones entre presidentes, directivos o incluso periódicos deportivos, pero
al fin, este lunes ha aterrizado en la ciudad de Madrid el nuevo 11 de la Casa
Blanca: Gareth Bale.
Nacido en la
ciudad de Cardiff, el 16 de junio de 1989, llamó la atención de entrenadores
del equipo de Southampton FC cuando el galés apenas era un niño de 9 años. Sus
condiciones como deportista, que no eran una causalidad sino herencia genética
de un familiar suyo que también llegó a ser futbolista profesional, lo
motivaron a que se enrolara en otros deportes como rugby, hockey o el
atletismo. Su talento con la zurda era tan evidente que sus entrenadores en su
época de estudiante le daban preparaciones especiales para fortalecer también
su control y movilidad en la pierna derecha y hacerlo de esta forma un
futbolista más completo.
El equipo
que le había echado el ojo desde pequeño, el Southampton FC, lo adhiere a sus
filas, haciendo su debut como profesional en Premier League el 17 de abril de
2006 con victoria 2-0 ante el Millwall FC. Aquella temporada, que estaba cerca
de finalizar, tuvo minutos de juego solamente en dos juegos, ambos de titular,
incluido el de su debut. En la temporada siguiente sus acciones sobre el
terreno de juego empezaban a ser más productivas con nueve asistencias y cinco
goles, el primero de su carrera en la jornada 1 ante el Derby Country, el
segundo en la jornada 2 ante el Coventry City, ambos de tiro libre. Uno más por
la misma vía ante el Sunderland para tomarlo en cuenta como un especialista en
los tiros libres a pesar de su aún prematura edad.
Gareth Bale
dio un paso importante en su carrera cuando fue firmado con 10 millones de
euros por el Tottenham Hotspur. Su debut como Spur lo hizo en la jornada 1 de
la temporada 2007-08 en la cancha de Old Trafford ante un gigante de Inglaterra
como lo es el Manchester United, equipo al que más adelante se le envolvería en
una serie de rumores que lo ligaban a una posible llegada con los Red Devils,
situación que nunca se concretó. Primera vez que cruzarían miradas Gareth Bale
y Cristiano Ronaldo sin saber que el destino futbolístico les tenía preparado
el jugar juntos algún día.
Sus primeros
años con el equipo londinense fueron estadísticamente silenciosos, apenas
computó dos goles en diez partidos tras su primera temporada. La siguiente
registraría otras dos anotaciones y seis asistencias, números similares con la
temporada 2009-10 en la que marcaría tres goles y 11 asistencias. Fue hasta la
temporada 2010-11, en un partido de fase de grupos de Champions League ante el
Inter de Milan donde mostró sus cualidades a la ofensiva, a pesar de jugar como
defensa lateral izquierdo consiguió encajar tres goles en la portería
nerazzurri dejando en exhibición a un defensa experimentado como lo es Maicón.
Pese a dar en aquel momento, su mejor actuación, el encuentro quedó 4-3 favor
para el equipo italiano. De cualquier forma la noticia de un joven defensor
galés con vocación ofensiva sonó entre los grandes equipos de Europa. Esa misma
temporada, Gareth Bale sabría lo que es pisar el césped del Bernabéu y
enfrentar en cuartos de final al Real Madrid, máximo ganador de la competición.
El mismo sitio web del equipo blanco reconoció en uno de sus videos el
potencial que tenía el joven de Cardiff. En dicha serie, el conjunto de la
capital española avanzó a semifinales sin dificultad tras vencer por 5-0
marcador global, aunque también se sumaba a la lista de equipos interesados en
sus servicios. Terminó aquella temporada con 43 partidos disputados, tres
asistencias y 12 goles, entre ellos su primer tanto con la selección galesa, y
elegido por la Premier League como mejor jugador en Inglaterra.
Después de
renovarle, el Tottenham Hotspur comenzaba a ser consciente de la joya
futbolística que años atrás firmó a sabiendas de que un poco de tiempo bastaría
para que Bale mostrará su polivalencia, probablemente la palabra que mejor
definiría el ascenso de su carrera. Conoce muy bien toda la banda izquierda,
desde la posición de defensa lateral, mediocampista e inclusive de extremo. Así
como el número que carga en la espalda, de tener el 3 y ahora el 11, sus
números individuales también empezaban a tomar rumbo cuesta arriba: 15 goles y
16 asistencias en 49 partidos durante la temporada 2011-12.
A inicios de
la temporada 2012-13 tras otro fracaso de no calificar a la Liga de Campeones,
el presidente de los Spurs, Daniel Levy, acordó de palabra con el jugador que
en caso de que el Tottenham no calificase de nueva cuenta a la máxima
competición europea y llegara una oferta considerable, éste no tendría ningún
problema en dejarle ir. En lo que Bale esperaba el desenlace de su equipo, su
rendimiento era cada vez más sorprendente. Se convirtió en el jugador que más
goles ha marcado con el Tottenham en una sola temporada de Premier League con
21 anotaciones y cuatro asistencias en 34 partidos, y un total de 30 goles y 11
asistencias en 53 partidos en toda la temporada. De nueva cuenta, fue nombrado
por segunda ocasión como el mejor jugador de la liga inglesa. Sin embargo,
estos números no fueron suficientes para que el equipo disputase la próxima
Champions.
Daniel Levy
aún quedó con las resacas del año pasado cuando la insistencia de Florentino
Pérez consiguió fichar al croata Luka Modrić, también jugador del Tottenham.
Debido a lo cerrado que Levy se pondría en las negociaciones
Hay quienes
dicen, y me apunto a simpatizar con dicha reflexión, ningún jugador, hablando
estrictamente de condiciones futbolísticas, vale más de 100 millones de euros,
ni siquiera leyendas como Don Alfredo Di Stéfano, Maradona o Pelé, este último
cuando vivía su mejor momento con el Santos de Brasil fue pretendido por el
Inter de Milan por la cantidad de 6 millones de dólares. Cierto es que vivimos
en una época en donde los fichajes responden más a las virtudes mercantilistas
y menos a las futbolísticas. Cuando se hable de los 91 mde de Gareth Bale sería
correcto referirse a esa cifra como su valor de mercado, un mercado
futbolístico que mueve 500,000 millones de dólares al año. A fin de cuentas,
Gareth Bale no es culpable de ser el segundo fichaje más caro de la historia, una
responsabilidad sin duda enorme, tanto que Zidane dijo estar feliz en dejar de
serlo cuando se firmó en 2009 a Cristiano Ronaldo. En estas operaciones, y más
cuando se trata de un especialista como Florentino Pérez, no se preocupa
primeramente en el precio sino en la rentabilidad. Por esa razón, Cristiano ha
sido un “fichaje caro” muy barato, pues la inversión, estima el club, se
recuperó en dos años tan sólo con la venta de camisetas y anuncios
publicitarios, conceptos que resultaban ser dimensionalmente imposibles en la
época del Madrid de las cinco copas europeas.
A pesar de
que se cuentan con jugadores muy talentosos en el medio campo como Mesut Özil,
Ángel Di María, Kaka’ o Luka Modrić, siempre es bueno tener a uno de los
mejores jugadores del mundo, y más cuando su polivalencia en el campo es un
hecho. Saber si Bale vale los 91 mde que se pagaron por él, pues como dijo Raúl
González, sólo el tiempo, goles y títulos lo dirán, aunque esa respuesta también
se obtiene sobre lo que venda, tampoco hay que ser injustos con un jugador,
todavía joven, que cargará una losa muy pesada.
Excelente resumen de la obra y gracias de este caballero gales, Don Andres! La verdad me ha gustado y pienso que es muy acertado todo lo que propones. Fantastica entrada, crack! Un gran abrazo :)
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