Madridismo en Cataluña

La verdad es que ser madridista en Cataluña no es tarea fácil para ninguno. Llevo 13 años defendiendo a mi equipo en tierras catalanas y la verdad es que no es tarea fácil, eso sí, lo voy a hacer toda mi vida ya que defender al club al que amo es lo más grande que me ha pasado en la vida. Cataluña, una comunidad autónoma en la que el empeño político que intentan infundir a todos sus ciudadanos sobrepasa, en muchos aspectos, los límites. Este último año en una cena de las peñas madridistas de Cataluña me di cuenta de que somos muchos más madridistas de lo que en realidad pensamos y piensan. ¿Cuál es el problema? El temor. Y yo creo que no hay nada más especial que llevar prendas, accesorios y otros objetos del Real Madrid por Barcelona. Cuando sales a la calle con alguna de las cosas que acabo de mencionar, puedes apreciar en las demás personas muchas cosas: Rabia, envidia, odio, rencor, asco, etc. Todo lo contrario a lo que siento yo cuando las llevo: Honor, orgullo, amor, pasión, etc. Una de las cosas que más valoro de ser humano es la transparencia y precisamente si todos los madridistas hacemos lo que sentimos y lo que queremos aunque estemos en territorio hostil, este adjetivo que acabo de dar impregnaría a todos ellos. Si todos fuésemos con cosas de nuestro equipo, el temor se borraría de nuestras mentes ya que para todos los demás sería algo normal. Vamos hacer una cosa madridistas, convirtamos el temor en indiferencia y disfrutemos todos los días de poder mostrar y sentir el mejor escudo del mundo. Hagamos que el madridismo traspase fronteras.

 Quiero hacer una mención especial a dos madridistas que aparecen en esta foto. Ambos viven en Cataluña. Ellos son @josspartacus e @ismarengue. Dos madridistas de los pies a la cabeza. Ambos hacen viajes a Madrid y en el campo y fuera de él se dejan el alma. No importa si llueve, nieva o haga sol, ellos se dejan la garganta y toda la energía en Madrid para alentar a su equipo. En la foto también aparece mi amigo @perillaontour, un madridista que vive en la Capital pero que se desplazó a Barcelona para ver a sus amigos y para rendir homenaje al gran Pedja Mijatovic. Con madridistas como ellos, se demuestra día tras día que somos la mejor afición del mundo y que en todas las partes del mundo es nuestro escudo el que está por encima de todo y de todos. 

¡Hala Madrid!

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