Dos porteros, un equipo
Autor: Andrés Ramirez Pelayo
Antes de comenzar a hablar respecto al tema que me parece
oportuno, aunque también muy repetitivo, me gustaría recordar que si en algo
podemos estar de acuerdo es que nunca estaremos de acuerdo en todo. A pesar de
que somos una gran familia unida por una idea principal, son las ideas
secundarias las que nos suelen dividir. No hay equipo de fútbol más universal
en el mundo como lo es el Real Madrid, con seguidores desde los cinco
continentes (podríamos hablar aproximadamente de 300 millones de aficionados a
nivel mundial, si no es que mucho más) y que si bien todos apoyamos al mismo
club, es cierto que tenemos favoritos respecto a otros, por su rendimiento
físico, por su inteligencia, por su descaro frente al marco rival o por su
destreza bajo los tres palos, y es ahí donde últimamente esas diferencias han
pasado a ser problemas y discusiones sobre quién debe estar.
Por un lado, tenemos a Iker Casillas, campeón del mundo y
de Europa con “la roja”, campeón de liga en cinco ocasiones, dos de Champions,
una de Intercontinental, elegido cinco veces mejor portero del mundo por la
FIFA, entre otras cosas. Hablamos ya de un jugador que en el ámbito profesional
está consagrado como uno de los mejores porteros, posiblemente hasta de la
historia. Sus 14 años como madridista surgido de la cantera lo demuestran. Por
otro lado, tenemos a Diego López, una figura no tan endiosada en títulos y
reconocimientos individuales como el anterior, llegó como un reemplazo
“temporal” a causa de una lesión del capitán y del cual se sabía de antemano
que él era bueno, pero que a veces ser bueno no es suficiente. Pues bien,
rápidamente le llegaron los partidos difíciles como los tres clásicos frente al
Barcelona en menos de un mes o los octavos de final contra el Manchester United
en Champions League. Mostró lo que todo buen portero debe mostrar; reflejos,
seguridad en sí mismo, liderazgo, y sobre todo, hablar siempre en la cancha. La
recuperación de Iker pasó desapercibida, ahora los ojos de los aficionados se
postraban en un portero capaz de hacer actuaciones tan increíbles como las de
Casillas.
Bendito problema –decían algunos, incluso yo también lo
llegué a decir- elegir entre dos extraordinarios porteros, el arco no podría
estar mejor defendido. Aunque “bendito” no resultó por ser tan así. La relación
Mourinho-Casillas, previo a la llegada de Diego López y en la que empezaron a
sentar al capitán porque el Míster decía que Adán era mejor portero que éste
fue el primer aviso de que la bomba estallaría en el vestuario. Con la lesión
de Casillas, lo lógico era que Adán fuese el titular tras lo dicho por Mou, aun
cuando trajeran a un refuerzo en la portería. ¿Por qué no ocurrió así? Lo
cierto es que Diego López se preocupó por su desempeño en la portería y
cumpliendo con creces, una actitud profesional.
Un cumpleaños que difícilmente olvidará Iker fue este
último, el mismo día en que Mourinho anunciaba que aquella temporada sería su
final al frente del Real Madrid. ¿Un regalo de cumpleaños cortesía de
Florentino o una jugada Jaque-Mate de Mou? Aquello terminaría con enojos entre
la plantilla, posiblemente aún seguimos viendo las resacas del deterioro
respecto a la relación de varios integrantes del equipo con el “Special One”.
La portería sería por primera vez, en la carrera de Casillas, un tema a
debatir.
Llega Carlo Ancelotti, un D.T. que Florentino Pérez
quería desde tiempo atrás, y por un momento su llegada hizo especular que sería
un hecho la titularidad de Casillas, mas no fue así. Diego López continuaba
siendo un referente de efectividad bajo la portería. Cada partido se
convertiría en una verdadera prueba de fuego para quien le tocara de
guardameta. Quizás el partido homenaje de Raúl fue la gota que derramó el vaso.
Algún comentarista llegó a mencionar -¿será posible que el Bernabéu sea el
único lugar donde medio estadio abuchea a su portero y la otra mitad abuchee al
otro que también es suyo? Todos pedían una solución, en especial los medios
deportivos españoles, otro agente importante dentro de esta tragicomedia. Así,
Diego López sería titular en liga, Casillas en Champions y Copa del Rey. Una
solución tan brillante y a su vez absurda. ¿Qué tan malo será para un portero
saber que no cuentan con él para un torneo que tanta ilusión le provoca jugar?
Por un momento pareciera que hablamos de política o
religión, donde hay católicos y protestantes, derecha e izquierda, y que casi
de ley se tienen que odiar entre sí. Esto lo digo porque dentro del madridismo,
tenemos cada vez más marcados tanto a casillistas como diegolopistas, los
cuales en este último partido se tiraron, bajita la mano, directas e indirectas
por las redes sociales, insultando a Diego López e Iker Casillas cuando ambos
nos siguen regalando excelentes atajadas. Ahora sabemos que ningún problema es
tan bendito como se llega a especular o a vender.
Es tan injusto sentar a Diego López, el cual atraviesa un
gran momento y lo ha hecho con tremendo profesionalismo, como el no darle
oportunidades de liga al portero más exitoso en la historia del cuadro blanco.
Estamos en un dilema que debería ser estrictamente deportivo y no mediático,
donde la decisión debería tomarla Ancelotti por su propia cuenta, pero no lo
hace porque cuenta con la presión de muchas partes, entre ellas de la
presidencia madridista o de los alborotadores y entrometidos medios de
comunicación que buscan ser partícipes en las alineaciones del equipo sin
importar que esto perjudique la carrera de ambos arqueros.
Para los que defienden a Diego López, Casillas es un
emblema vivo del Real Madrid, un triunfador que se ha ganado títulos, respeto y
cariño a base de esfuerzo y constancia. Una leyenda. Para los que defienden a
Iker Casillas, el ser un emblema no te garantiza que serás titular en el
próximo partido. Si alguien está en mejor condición, será ése quien juegue. En
esta semana me ha parecido lamentable que se quieran comer a Diego López por los
cinco goles en los últimos dos partidos de liga, como a Casillas por los dos
goles que recibió en Turín o que digan que en el penalti se dejó anotar porque
es un traidor.
Yo sugeriría, que si Casillas juega, todos apoyemos a
Casillas, y que si Diego López juega, todos apoyemos a Diego López, ambos son
del Real Madrid y nadie está por encima del club. Tenemos dos grandes porteros
y lo triste es que quien menos lo valora es la afición madridista a causa de
resentimientos y favoritismos.
Gran entrada, Don Andres! Ese seria el escenario ideal de marco de solucion el que usted ofrece. No es facil, pero tampoco imposible. Gracias por su contribucion! Un gran abrazo :)
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