A 112 años del inicio de algo bueno
Por: Andrés Ramírez Pelayo
Primera Parte
El tiempo, como todo lo que hay en la vida, es relativo. Los títulos, los jugadores que se convirtieron en ídolos para después ser leyendas, las épocas doradas y también los tiempos de sequías, entre muchas cosas más. Y es que el fútbol es eso para nosotros, es el microcosmos de la vida cotidiana, es una conglomeración de cosas buenas y cosas malas por las cuales se necesita pasar para ser alguien en este juego. Naces, creces, te caes, te levantas, vuelves a caer, te vuelves a levantar y tocas más alto, te consolidas, una vez más te vuelves a caer y una vez más te vuelves a levantar, y es ahí donde te das cuenta de que la vida es también un tipo de sube y baja, cada vez que estás abajo, esa misma inercia te ayuda no sólo a levantarte, sino que te incita a tocar más arriba.
Para conseguirlo, para tocar cada día más arriba, se necesita perseverancia, tenacidad, iniciativa, visión, ambición, constancia, continuidad, soñar con poder superarte día tras día. Enfrentar nuevos retos, conocer nuevas latitudes, vivir nuevas experiencias.
Un año más de vida nos ayuda a hacer un recuento de todas las cosas que hemos vivido tiempo atrás. Momentos felices y momentos tristes. Qué se hizo bien, qué falló, en qué hemos cambiado. Como dije en el principio, todo es relativo, tarde que temprano todo termina. ¿Cuándo? No lo sabemos, y es por ello que todo lo que nos rodea y nos hace ser nosotros mismos hay que disfrutarlo como si fuese la última vez. Una cascarita, ver un partido con los amigos, gritar efusivamente un gol hasta que se nos termine la garganta. Eso es la vida. Eso es el fútbol. Eso es el Real Madrid.
Mucha historia para resumir en tan pocas palabras. Qué mejor que empezar desde aquel lejano 1902 cuando el balompié contemporáneo, formado en el Reino Unido, empezaba a inmigrar hacia nuevos horizontes. La popularidad de este juego llamado “football” crecía a ritmos tan acelerados que se empezaron a formar distintas sociedades deportivas a fin de ponerlo en práctica. Entre ellas, un 6 de marzo, surge el Madrid Football Club, un proyecto diseñado tiempo atrás por Julián Palacios y los hermanos Padrós. Pocos equipos podrán presumir del aporte tan significativo hacia este juego a tan poco tiempo de su fundación, pues a sólo dos años de su nacimiento fue miembro fundador que lo que hoy conocemos como la Federación Internacional de Fútbol Asociado, o FIFA, y un año más tarde se encargaría, a petición hacia el entonces rey Alfonso XIII, que se organizara un torneo en homenaje a Su Majestad. Con ello se crea la Copa de España, mejor conocida como la Copa del Rey.
Con el paso de los años, mientras caían las primeras copas de la institución blanca y el fútbol en España buscaba asentarse en medio de un ambiente de problemas principalmente políticos, los triunfos y en especial la afición hacia el equipo de la capital iban en aumento, tal grado que en 1920 se le concedió al Madrid el título de “Real”, por lo que ahora pasaría a llamarse Real Madrid Football Club. Como un dato muy curioso, no fue el primer equipo en recibir dicho homenaje pues ya había sido previamente otorgado al Club España de la Ciudad de México.
Una década que resultó muy significativa, no sólo para el fútbol español sino para el mismo país fue la de los 30’. El torneo de liga daba sus primeros encuentros y pronto empezaba a surgir una competencia muy reñida entre el Real Madrid, el FC Barcelona y el Athletic Bilbao. Brillaban por aquel entonces las figuras de Don Ricardo Zamora y Jacinto Quincoces. Sin embargo, en 1936, a un mes de la obtención del título de Copa ante el Barca, estalla la Guerra Civil en España y tiempo después el inicio de la Segunda Guerra Mundial. Este tipo de problemas sociales a grandes escalas son los que en muy buena parte le otorgan las propiedades sociológicas que posee el fútbol. Además de la opresión ya conocida hacia regiones como País Vasco y Catalunya, en Madrid se prohibían los símbolos monárquicos. Muchos jugadores se vieron en la necesidad de buscar no sólo continuidad en sus carreras sino la supervivencia como refugiados en otros países.
Llegamos a la década de los 40’, la situación en todo el mundo, sobre todo en Europa rebasada los niveles críticos imaginables. Persecuciones, ocupaciones, dictaduras. La Copa del Mundo y Los Juegos Olímpicos se vieron obligados a suspenderse por más de 10 años. Y mientras, el Real Madrid era un equipo todavía desmembrado, en algunas temporadas luchaba por la salvación del descenso y ser un equipo de mediana tabla. Fue aquí, exactamente el 15 de septiembre de 1943, donde hace su aparición la personalidad más importante que ha tenido la institución: Don Santiago Bernabéu. Entre otras cosas, además de conseguir una estabilidad en los resultados, entre ellos el título de la Copa del Rey ante el Valencia, está la construcción de un nuevo estadio, algo que arquitectos de aquella época consideraban una locura por las características de dicho proyecto. El 14 de diciembre de 1947 se consolida ante los ojos de todos, el nuevo Estadio Chamartín (más adelante bautizado como Santiago Bernabéu).
Primera Parte
El tiempo, como todo lo que hay en la vida, es relativo. Los títulos, los jugadores que se convirtieron en ídolos para después ser leyendas, las épocas doradas y también los tiempos de sequías, entre muchas cosas más. Y es que el fútbol es eso para nosotros, es el microcosmos de la vida cotidiana, es una conglomeración de cosas buenas y cosas malas por las cuales se necesita pasar para ser alguien en este juego. Naces, creces, te caes, te levantas, vuelves a caer, te vuelves a levantar y tocas más alto, te consolidas, una vez más te vuelves a caer y una vez más te vuelves a levantar, y es ahí donde te das cuenta de que la vida es también un tipo de sube y baja, cada vez que estás abajo, esa misma inercia te ayuda no sólo a levantarte, sino que te incita a tocar más arriba.
Para conseguirlo, para tocar cada día más arriba, se necesita perseverancia, tenacidad, iniciativa, visión, ambición, constancia, continuidad, soñar con poder superarte día tras día. Enfrentar nuevos retos, conocer nuevas latitudes, vivir nuevas experiencias.
Un año más de vida nos ayuda a hacer un recuento de todas las cosas que hemos vivido tiempo atrás. Momentos felices y momentos tristes. Qué se hizo bien, qué falló, en qué hemos cambiado. Como dije en el principio, todo es relativo, tarde que temprano todo termina. ¿Cuándo? No lo sabemos, y es por ello que todo lo que nos rodea y nos hace ser nosotros mismos hay que disfrutarlo como si fuese la última vez. Una cascarita, ver un partido con los amigos, gritar efusivamente un gol hasta que se nos termine la garganta. Eso es la vida. Eso es el fútbol. Eso es el Real Madrid.
Mucha historia para resumir en tan pocas palabras. Qué mejor que empezar desde aquel lejano 1902 cuando el balompié contemporáneo, formado en el Reino Unido, empezaba a inmigrar hacia nuevos horizontes. La popularidad de este juego llamado “football” crecía a ritmos tan acelerados que se empezaron a formar distintas sociedades deportivas a fin de ponerlo en práctica. Entre ellas, un 6 de marzo, surge el Madrid Football Club, un proyecto diseñado tiempo atrás por Julián Palacios y los hermanos Padrós. Pocos equipos podrán presumir del aporte tan significativo hacia este juego a tan poco tiempo de su fundación, pues a sólo dos años de su nacimiento fue miembro fundador que lo que hoy conocemos como la Federación Internacional de Fútbol Asociado, o FIFA, y un año más tarde se encargaría, a petición hacia el entonces rey Alfonso XIII, que se organizara un torneo en homenaje a Su Majestad. Con ello se crea la Copa de España, mejor conocida como la Copa del Rey.
Con el paso de los años, mientras caían las primeras copas de la institución blanca y el fútbol en España buscaba asentarse en medio de un ambiente de problemas principalmente políticos, los triunfos y en especial la afición hacia el equipo de la capital iban en aumento, tal grado que en 1920 se le concedió al Madrid el título de “Real”, por lo que ahora pasaría a llamarse Real Madrid Football Club. Como un dato muy curioso, no fue el primer equipo en recibir dicho homenaje pues ya había sido previamente otorgado al Club España de la Ciudad de México.
Una década que resultó muy significativa, no sólo para el fútbol español sino para el mismo país fue la de los 30’. El torneo de liga daba sus primeros encuentros y pronto empezaba a surgir una competencia muy reñida entre el Real Madrid, el FC Barcelona y el Athletic Bilbao. Brillaban por aquel entonces las figuras de Don Ricardo Zamora y Jacinto Quincoces. Sin embargo, en 1936, a un mes de la obtención del título de Copa ante el Barca, estalla la Guerra Civil en España y tiempo después el inicio de la Segunda Guerra Mundial. Este tipo de problemas sociales a grandes escalas son los que en muy buena parte le otorgan las propiedades sociológicas que posee el fútbol. Además de la opresión ya conocida hacia regiones como País Vasco y Catalunya, en Madrid se prohibían los símbolos monárquicos. Muchos jugadores se vieron en la necesidad de buscar no sólo continuidad en sus carreras sino la supervivencia como refugiados en otros países.
Llegamos a la década de los 40’, la situación en todo el mundo, sobre todo en Europa rebasada los niveles críticos imaginables. Persecuciones, ocupaciones, dictaduras. La Copa del Mundo y Los Juegos Olímpicos se vieron obligados a suspenderse por más de 10 años. Y mientras, el Real Madrid era un equipo todavía desmembrado, en algunas temporadas luchaba por la salvación del descenso y ser un equipo de mediana tabla. Fue aquí, exactamente el 15 de septiembre de 1943, donde hace su aparición la personalidad más importante que ha tenido la institución: Don Santiago Bernabéu. Entre otras cosas, además de conseguir una estabilidad en los resultados, entre ellos el título de la Copa del Rey ante el Valencia, está la construcción de un nuevo estadio, algo que arquitectos de aquella época consideraban una locura por las características de dicho proyecto. El 14 de diciembre de 1947 se consolida ante los ojos de todos, el nuevo Estadio Chamartín (más adelante bautizado como Santiago Bernabéu).
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