Crónica: C.Marfil 2 - 1 Japón
Crónica
Costa de Marfil 2 | Bony (64') Gervinho (66')
Japón 1 | Honda (16')
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Buenas. Vuelvo con vosotros para contaros esta vez lo que sucedió en el Arena Pernambuco entre los ''Elefantes'' marfileños y los ''Daihyō'' japoneses.
Los samuráis azules, como también son conocidos en la tierra del Sol Naciente empezaron el partido con un viento muy a favor. Pese a que el partido era lento (de esperar) los nipones mostraron unos destellos de calidad típicos de las selecciones grandes, claro está con menos físico. El conjunto japonés tomó las riendas para que Honda, tras un buen pase al área pequeña, avanzase unos metros y fusilara con un tremendo golazo al meta marfileño. (16' 0-1). La herida pudo ser mucho mayor, ya que Uchida soltó un tremendo latigazo que fue despejado con muchos apuros por Barry. Los minutos avanzaban y veíamos a una selección marfileña desconocida. Esperábamos más de hombres como Yayá Touré, Gervinho y Bony. Pero el gol japonés y el nerviosismo reinaban en los africanos, que no daban una. El primer tiempo murió con los japoneses mostrando una gran solidez defensiva y proclamándose como favoritos en un partido en que nadie daba un duro por ellos.
La segunda mitad empezó más o menos igual, siendo cierto que Japón empezó a ser un fantasma de lo que había sido en la primera mitad. La selección marfileña gozaba de un dominio estéril, atacando sin ideas. Japón sudaba la gota gorda para sacar los ataques de los ''Elefantes''. Eso fue hasta que pasaron dos cosas que cambiaron el partido por completo. Zacheroni, el seleccionador nipón, sentó a Hasebe (53'), uno de los mejores hombres de su escuadra y sacó a un Endo que dejó mucho que desear. Mal cambio, italiano tenía que ser. El entrenador marfileño, por su parte, hizo un cambio que todos esperábamos un poco antes, se marchó Die (61') y entró el grande, el elefante sagrado, Didier Drogba. Eso revolucionó el partido. Endo ralentizó a la selección japonesa, y Drogba, solo con su presencia y casi sin tocar balón, obró el milagro. Esto te muestra la importancia, a veces negativa, que puede tener un solo jugador entre once. La salida del jugador del Galatasaray turco revolucionó a unos ''Elefantes'' que estaban perdidos. En 2 minutos, solo en 2 minutos se obró la remontada marfileña. Él solito mostró lo que sus compañeros no habían podido, Japón era debil en defensa. Dos internadas suyas lo ratificaron. Dos cabezazos (el primero un golazo) de Bony y Gervinho (64' y 66' respectivamente). El segundo con una clara colaboración de Kawashima, el meta japonés. No tuvo casi trabajo, pero en dos que tuvo, una se la comió con patatas. Tranquilos, no es Casillas, se puede decir. A partir de ahí a los ''Elefantes'' solo les quedó aguantar al fantasma en el que se había convertido Japón. Tuvieron algunas acciones de peligro los nipones para empatar, pero todas fueron inexplicablemente marradas.
Así terminó el partido. ¿Los mejores? Para mí el japonés Honda y el marfileño, como no, Drogba.
Buenas. Vuelvo con vosotros para contaros esta vez lo que sucedió en el Arena Pernambuco entre los ''Elefantes'' marfileños y los ''Daihyō'' japoneses.
Los samuráis azules, como también son conocidos en la tierra del Sol Naciente empezaron el partido con un viento muy a favor. Pese a que el partido era lento (de esperar) los nipones mostraron unos destellos de calidad típicos de las selecciones grandes, claro está con menos físico. El conjunto japonés tomó las riendas para que Honda, tras un buen pase al área pequeña, avanzase unos metros y fusilara con un tremendo golazo al meta marfileño. (16' 0-1). La herida pudo ser mucho mayor, ya que Uchida soltó un tremendo latigazo que fue despejado con muchos apuros por Barry. Los minutos avanzaban y veíamos a una selección marfileña desconocida. Esperábamos más de hombres como Yayá Touré, Gervinho y Bony. Pero el gol japonés y el nerviosismo reinaban en los africanos, que no daban una. El primer tiempo murió con los japoneses mostrando una gran solidez defensiva y proclamándose como favoritos en un partido en que nadie daba un duro por ellos.
La segunda mitad empezó más o menos igual, siendo cierto que Japón empezó a ser un fantasma de lo que había sido en la primera mitad. La selección marfileña gozaba de un dominio estéril, atacando sin ideas. Japón sudaba la gota gorda para sacar los ataques de los ''Elefantes''. Eso fue hasta que pasaron dos cosas que cambiaron el partido por completo. Zacheroni, el seleccionador nipón, sentó a Hasebe (53'), uno de los mejores hombres de su escuadra y sacó a un Endo que dejó mucho que desear. Mal cambio, italiano tenía que ser. El entrenador marfileño, por su parte, hizo un cambio que todos esperábamos un poco antes, se marchó Die (61') y entró el grande, el elefante sagrado, Didier Drogba. Eso revolucionó el partido. Endo ralentizó a la selección japonesa, y Drogba, solo con su presencia y casi sin tocar balón, obró el milagro. Esto te muestra la importancia, a veces negativa, que puede tener un solo jugador entre once. La salida del jugador del Galatasaray turco revolucionó a unos ''Elefantes'' que estaban perdidos. En 2 minutos, solo en 2 minutos se obró la remontada marfileña. Él solito mostró lo que sus compañeros no habían podido, Japón era debil en defensa. Dos internadas suyas lo ratificaron. Dos cabezazos (el primero un golazo) de Bony y Gervinho (64' y 66' respectivamente). El segundo con una clara colaboración de Kawashima, el meta japonés. No tuvo casi trabajo, pero en dos que tuvo, una se la comió con patatas. Tranquilos, no es Casillas, se puede decir. A partir de ahí a los ''Elefantes'' solo les quedó aguantar al fantasma en el que se había convertido Japón. Tuvieron algunas acciones de peligro los nipones para empatar, pero todas fueron inexplicablemente marradas.
Así terminó el partido. ¿Los mejores? Para mí el japonés Honda y el marfileño, como no, Drogba.
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