Iker Casillas "El niño mimado que se convierte en tirano"

   Como psicóloga, muchas veces recibo en el consultorio, padres angustiados que ven como sus hijos “mimados” se convierten en “tiranos”.  Niños acostumbrados a culpar a otros de sus errores, incapaces de reconocer su responsabilidad. Que creen que sus deseos son ordenes. Niños que han aprendido que es su derecho recibir lo que tienen por el simple hecho de ser ellos, sin importar su conducta y sus acciones. Niños que no valoran lo que poseen, que no buscan superarse porque igual obtienen lo que desean y sus acciones no tienen consecuencias. Niños que, por haber sido tan mimados, se convierten en pequeños tiranos que luego los padres no pueden controlar.  Hoy, la familia del Real Madrid, tiene un niño mimado… un niño tirano!

   Luego de una derrota histórica, dolorosa y humillante para todos los madridistas, nuestro mimado capitán Iker Casillas, se oculta bajo el escudo del grupo y del plural y no reconoce su parte de responsabilidad en la derrota. El primer gol del Atletico fue una clara muestra de que el “talento innato” del guardameta blanco necesita una buena pulida. Una pulida, que acorde a los ojos del capitán, no es ni remotamente necesaria. Un “error” que no fue error. Se dice cualquier cosa por no reconocer la responsabilidad de las acciones propias. Si, el futbol es un juego de equipo. Sí, el simple hecho que el balón llegue al arco implica que hubo otros errores. Sí, pero también es cierto que le pagan un buen salario para que detenga  los balones de alto riesgo, no digamos así, los que ni en un partido de barrio terminarían en gol.  Y sí, si esos balones entran es responsabilidad del arquero y sí debe dar la cara y aceptarlo. Reconocerlo es el primer paso para poder cambiar, para poder mejorar. Me preocupa que este primer paso, ya desde hace mucho tiempo, nuestro “mimado” capitán no lo quiere dar. Es más fácil limpiarse las manos ensuciando a otros que verse las manos y tomarse el tiempo de lavarlas. Si todos nos limpiamos unos en otros, terminaremos todos sucios y embarrados.

   Además, la bochornosa derrota, parece no quitarle el sueño a Iker Casillas, que tachó la misma como “no tan grave”.  Pensar y expresar que una derrota de 4-0 para el equipo más grande de la historia, no es la gran cosa, indica un grave problema de percepción de la realidad y de falta de identidad de lo que significa el Real Madrid. El “capitán” del Real Madrid debe estar en la capacidad de reconocer que un partido así es grave, indignante e inaceptable. Debe liderar al equipo y, con el ejemplo, trabajar hasta el cansancio para asegurarse que algo así no se repita jamás. Motivar, reflexionar, reconocer, trabajar y mejorar.  Pero, ¿Cómo pedir un despertar si no se reconoce que se esta dormido?  

   Un jugador cuyos caprichos siempre son concedidos. Ya sea un despido, una titularidad, una contratación para apantallar o una sobrevaloración de la prensa. No importa que diga, no importa que haga, obtiene lo que quiere. El niño mimado será tirano si se le sigue consintiendo, si no se le pone límites, si no se sancionan los malos rendimientos, si se le regala la titularidad como si fuera su derecho, si no se le responsabiliza de sus errores.  Un niño será tirano mientras los padres lo permitan y la familia del Real Madrid no puede permitirse un hijo mimado. Es momento de poner límites, de obligar a ganarse un puesto, de responsabilizar, de poner orden y de exigir. Que esta caída a lo más bajo obligue a la reflexión y que la misma motive al trabajo y a la superación.

   Esto es el Madrid, el mejor equipo del mundo. El sueño de todo niño y quien porte la camisola debe ganarse el puesto con el sudor de su pecho. Debe demostrar en la cancha y en los entrenos y así como celebra las victorias debe reconocer los errores de las derrotas y superarse día a día. 



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