Pautas que el Madrid no debió olvidar jamás
El
Madrid ha tenido unos últimos días para el olvido. Perdiendo el liderato en La
Liga en el momento más crítito y estando a punto de enfrentar algunos de los
partidos más importantes del campeonato. Además en la UCL hemos sido derrotados
y en casa, por un rival que no suele complicarnos. Hemos clasificado a
siguiente ronda, más no por una gran actuación o por mérito propio, más bien
por la poca certeza del rival. Un equipo
que parece desmotivado, conformista y poco compenetrado. Una afición molesta, un técnico que no
convence y un presidente que intenta transmitir calma en medio de una tormenta, que en vez de apaciguarse parece arreciar.
Difícil
creer que este Real Madrid es el mismo que hace unos meses imponía record de
victorias consecutivas. El equipo ha caído en una seria de errores, en un
círculo que parece no terminar. Por lo que quiero recordar a todos los
involucrados lo siguiente:
1.
Portar la camiseta del Real Madrid y
representar a millones de madridistas en la cancha, no solo es un trabajo, es
un privilegio, un orgullo y una responsabilidad. Es más que un deber, es una batalla, una que
ustedes tienen el gusto de pelear. En la que deben jugarse el alma, el físico y
el corazón recordando cada segundo, que tienen la dichosa obligación de representar
el escudo más importante del fútbol.
2.
Los minutos de juego y la titularidad es un privilegio revocable,
debe ganarse con la actuación y basándose en el
rendimiento del partido anterior y de la semana actual. No se mantiene
por antiguas copas ganadas, por nombre o por cantidad pagada por fichaje. Debe
tener la misma oportunidad cada semana tanto el jugador más caro como por quien
menos se ha pagado. El jugador con más renombre y como quien aún no se conoce. El mimado de la prensa y el atacado. Lo único
que debe decidir los minutos de juego es el rendimiento actual dentro de su
función en la dinámica de juego.
3.
El entrenador es quien tiene la
obligación de evaluar los aspectos anteriores y en base a esto tomar decisiones
concisas. Es su responsabilidad mover las piezas como crea conveniente. Que
esto no es ajedrez, no hay jugador que sea la reina y que se tenga que proteger
porque valga más dentro del campo No hay jerarquías y debe tener la firmeza
para decidir lo que es más conveniente en base al planteamiento táctico,
técnico y el rendimiento.
4.
El futbol es un deporte de equipo. La
unidad dentro del plantel se logra en base a un trato justo. La competencia es
sana cuando todos tienen la oportunidad de ganar. Siempre se debe pensar en la
gloria del conjunto antes que en el bienestar personal.
5.
La afición tiene la obligación de
apoyar, de alentar y de motivar. Sin embargo, también está en derecho de exigir.
Miles de personas invierten tiempo y dinero para apoyar al equipo y estas
personas merecemos respeto. El mismo se dará al lograr siempre, quizá no un
resultado favorable, pero al menos la
tranquilidad y el orgullo de haber dejado todo en la cancha. Los resultados
quizá no se den todos los partidos, pero el impetú, el espíritu de lucha y la
entrega no deben olvidarse JAMAS dentro del campo.
6.
La prensa dedicada al futbol debería ser una prensa
informativa y crítica. No una amarillista, parcializada y ofensiva. No obstante, no lo es, por lo que es obligación de los lectores tener criterio
propio y basarse en lo que observan dentro del campo y no en el mimado o el
odiado de turno de los diarios. Así como para el técnico la valoración y opinión
de los medios no debe influir en sus decisiones.
7.
El presidente del equipo es quien
debe tomar las disposiciones económicas, nombrar al equipo técnico, formar el
equipo de la mano del técnico y responder ante la afición. Las decisiones del manejo del plantel, de titularidades,
de manejo de juego y las decisiones técnicas son del entrenador y del cuerpo
técnico. El presidente puede y debe exigirle al entrenador resultados y debe tomar
medidas si los mismos no se dan. Pese a ello, debe ser el técnico, quien decida
como manejar los aspectos técnicos y
tácticos, sin influencias de ningún tipo.
8.
Los capitanes del club deben ser un
ejemplo, en los entrenamientos, en los partidos, en las ruedas de prensa y en
cada aspecto de sus vidas. Debe ser un líder que demuestre calidad, lealtad,
compromiso y responsabilidad con la institución. Debe ser respetuoso, ante
compañeros, aficionados y directivos. Debe representar el espíritu madridista.
9.
El Real Madrid debe siempre luchar
por la gloria. El conformismo no corre en las venas blancas. Los aficionados no
nos olvidamos de un mal partido aunque estemos en siguiente ronda. Queremos la
gloria, la magia, la entrega y de la mano vendrán los resultados. No somos derrotistas,
no tenemos miedo y confiamos que somos los mejores y con esa actitud se sale a
demostrar cada partido. Al pisar el césped, los jugadores deben olvidar problemas personales, partidos
anteriores y miedos y deben recordar y
enaltecer la grandeza del equipo luchando a muerte por la gloria.
Muchos fallos, muchos
problemas, muchas causales y muchas cosas que mejorar para abarcar en tan pocas
palabras, pero estos aspectos básicos podrían comenzar a corregir algunos de
ellos. Aún hay esperanza, aún podemos rescatar la temporada, con esfuerzo, con
firmeza y con determinación.
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