Dos caras de una moneda
Las dos caras de una moneda:
Si sacaramos una lista de futbolistas que han disputado encuentros con la camiseta de los dos mejores equipos de Madrid, podría hacerse interminable. De los últimos como Juanfran, Reyes, Jurado; otros más "antiguos" como Solari, Hugo Sánchez, Bernd Schuster, García Calvo, Parra, Esnáider, Llorente. Otros mas "vintage" como Pacheco, Marín, Ipiña, Pruden, Olaso o Pérez Payá. Existen otros casos de colchoneros que jugaron con el "B" madridista como son los casos de Filipe Luis, Caminero o Mista. Casos especiales como el de Movilla que con quince años fichó por el Real Madrid y pasó por varios equipos antes de acabar en el Málaga, antes de llegar al club colchonero,o el hijo del "Divino" Ricardo Zamora del mismo nombre defendiendo una temporada el arco del máximo rival de la ciudad.
Pero este reportaje está para recordar a dos mitos. Un dúo empezó en el mismo lugar y acabaron en uno distinto cada uno. Siendo importantes y convirtiéndose en futbolistas para el recuerdo. Ellos son Ramón Grosso y Luis Aragonés.
Ambos comenzaron en los Jesuitas de Chamartín donde ambos despuntan. Luis Aragonés es fichado por el que entonces era el Getafe Club de Fútbol; entonces "Club Getafe Deportivo". Ambos son contratados a finales de los cincuenta por el Real Madrid, sin embargo ya se empieza a ver la disparidad de caminos de uno y otro. El de Hortaleza no tiene oportunidades y es cedido al Decano del fútbol español, el Recreativo de Huelva. La siguiente temporada, la 60-61,primero el Plus Ultra con ocho partidos y once goles, para acabar la temporada en el Real Oviedo, del que será posteriormente entrenador. Un año después ficha por el Betis donde estará tres años.
Luis Aragónés en su etapa en el Getafe. Fuente: Vavel.com |
La salida del futbolista tiene un protagonista fundamental que es José Samitier. El otrora futbolista primero del club azulgrana y posteriormente del Real Madrid, es alguien en quien Santiago Bernabéu deposita muchísima confianza y es el exfutbolista quien considera prescindible a Luis Aragonés, algo que posteriormente causaría la ira del mítico presidente en un partido en el que el de Hortaleza haría un traje al conjunto blanco.
Por su parte Ramón Grosso, cinco años más joven que el otro protagonista ficha por el conjunto merengue en 1959 para disputar partidos con el equipo de Aficionados donde llegó a anotar la friolera cifra de 71 goles en una sola temporada. Tardó varias temporadas en jugar para el primer equipo fogueándose en el entonces Castilla, denominado Agrupación deportiva Plus Ultra. Pero la cosa cambia para el en la temporada 63-64, tras trece partidos y quince goles con el Plus Ultra, es cedido por el club merengue en dirección al equipo de entonces "El Metropolitano", donde se encuentra un entrenador con también pasado merengue, Barinaga, que conocía sobradamente al joven futbolista, entonces "amateur" y que hizo que nada pudiera hacer el entonces presidente del club al que pertenecía Grosso, Borrachero.
No termina la temporada ya que es tal la buena parte de temporada que tiene con el equipo colchonero, considerándole talismán del cambio que tienen en la clasificación (pasan de estar a punto de descender a ser séptimos). Vuelve al Real Madrid para jugar un partido de Copa. Dos detalles importantes muestran su futuro en el club. Juega ante su ex equipo que ha cambiado de presidente y ha realizado fichajes algo que parecía no poder el club por las necesidades económicas para realizar la construcción del estadio a orillas del Manzanares. El otro detalle es el dorsal que porta. El "9" de Di Stefano que tras la eliminación en el trofeo continental nunca más jugará en el club blanco.
Ramón Grosso y Alfredo Di Stefano. Fuente: defensacentral.com |
Luis Aragonés disputaría doce temporadas en el club blanco, Grosso trece. El primero conseguiría la inestimable cifra de tres Ligas, dos Copas del Generalísimo, una Copa Intercontinental y un Trofeo de máximo goleador (conseguido en la temporada 69-70. Ramón Grosso consiguió la cifra de ocho Ligas, tres Copas del Generalísimo, una Copa de Europa.
El madridista no consiguió el trofeo que si conseguiría el rojiblanco, la Intercontinental; pero a Luis Aragonés siempre se le quedó grabada la final de la Copa de Europa frente al Bayern Munich, en la que a falta de unos segundos conseguiría primero adelantar a su equipo en un libre directo de bella factura, y con el partido casi acabado, el club germano empataría el partido. Esto obligó a jugarse un partido de "desempate" que el club bávaro consiguió vencer casi a placer.
Grosso tuvo la oportunidad de entrenar al Castilla (anteriormente Plus Ultra) en dos ocasiones, primero en la 1986-87 y posteriormente diez años después. Pero también ocupó la plaza de entrenador del primer equipo en el Santiago Bernabéu en el empate ante el Real Oviedo (club que sería entrenado por el "Sabio"). Tuvo lugar el 24 de marzo de 1991, con una plantilla plagada aún de las estrellas de finales de los ochenta como Chendo, Sanchís, Gordillo, Hugo Sánchez o Butragueño, futbolista que marcó el único tanto madridista. Delante tenía a un excompañero de su amigo Luis Aragonés, Javier Irureta.
Hablar de Luis Aragonés y su experiencia en los banquillos es algo que ya está muy hablado y manido, pero el cambio que tuvo que realizar en el uno de diciembre de 1974, convirtiéndose en el entrenador de los que unos días antes eran sus compañeros, es algo que pocas veces se ha visto.
Desgraciadamente, ninguno nos acompañan pero ambos son ejemplos de lo que representa y es ser de ambos equipos. Un orgullo para sus conjuntos y para las personas que queremos este deporte. Gracias Luis. Gracias Ramón
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