Con la frente en alto

   Hoy el madridismo está de luto. Hoy sentimos la impotencia, el enojo y la frustración de ver como las copas más importantes se nos van de las manos como agua. He leído comentarios en contra de mucha gente, tratando de tachar con un dedo al culpable de tan agobiante derrota. Sin duda ha habido muchas fallas, cosas que se debieron hacer diferente y situaciones que no debieron darse. Estoy segura que hay mucho que reflexionar y espero que de esa introspección se aprenda y se cambie. Que esta caída solo sirva para levantarnos con más fuerza y más seguridad.  Nunca debemos olvidar quienes somos, de que estamos hechos y lo que representamos.

   Somos el mejor equipo del mundo. El club que ha logrado en 10 ocasiones coronarse rey de Europa. El club por cuyas líneas han desfilado los más grandes, históricos y memorables jugadores. Somos el equipo que vive para hacer de los imposibles posibles. Somos el equipo en el que todo pequeño sueña jugar o desea enfrentar. Somos legado, pasión y honra.

   Quiero ver lo bueno que sacaremos de esto, quiero que esta caída sea un llamado a la reflexión. Que los dirigentes, cuerpo técnico, jugadores y miembros del club recuerden quiénes somos y la posición en la que debemos estar.  Errores habrán siempre, los fracasos son inevitables y en el fútbol no existe la certeza, pero lo que no debe faltar nunca es el amor y la entrega al equipo. Una fidelidad incondicional al escudo que debe estar por encima de cualquiera, que está cargado de historia, de triunfos y de algún fracaso. Que esa entrega  y compromiso se vea en cada partido Que el Bernabeu retumbe con el apoyo de la afición y se empape del sudor de aquellos que nos representan en la cancha. Que se sienta el poder de lo que es el Madrid para todos los que somos parte del equipo. Que los que viven del Madrid vivan por el Madrid y que los que morimos por ellos dejemos la voz en cada partido.

   En momentos difíciles es donde se pone a prueba el amor. En momentos difíciles es donde más debemos sacar la casta y con orgullo decir: Yo soy del Madrid. Debemos exigir, alentar y siempre estar orgullosos de quienes somos. Vamos, que somos por mucho los mejores y una mala temporada no puede borrar las décadas de historia, de triufo y de éxito.Yo soy orgullosamente madridista, amo al Real Madrid y porto orgullosa su camisola.


Hoy más que siempre, HALA MADRID  

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