Recuerdos de manita
Hoy es un día muy especial, son las 8 de la mañana del 7 de
enero de 1995.
No he podido dormir durante toda la noche por la emoción de
ir al Santiago Bernabéu por primera vez a ver un partido de mi equipo el Real
Madrid junto a mi padre.
Salimos desde Santa María del Páramo junto a la expedición
de la Peña Real Madrid & Cultural Leonesa. Se han fletado 2 autobuses para
ver el encuentro.
Llegando al paseo de la Castellana me quedo hipnotizado al
ver a tantos aficionados y a Los Ultras Sur del Real Madrid junto a sus
banderas, bufandas, camisetas e incluso con las trompetas de plástico como la que
llevo yo en mi mano.
El paseo se tiñe de morado y está colapsado de mogollón de
autobuses de aficionados.
La sensación que me recorre todo el cuerpo cuando subo las
escaleras y veo todo el estadio lleno y a los jugadores calentando en la
alfombra verde es impresionante.
El Real Madrid salía al terreno de juego con Buyo, Quique Sánchez
Flores, Hierro, Sanchís, Lasa, Luis Enrique, Milla, Laudrup, Raúl y Zamorano.
El F.C.Barcelona jugaba
con Busquets, Ferrer, Abelardo, Ronald Koeman, Sergi, Guardiola, Bakero,
Guillermo Amor, Hagi y Eskurza.
Me sorprendió mucho ver a Romario en el Banquillo pero su
razón tendría el entrenador Johan Cruyff.
Comienza el partido y desde el pitido inicial el Real Madrid
se le ve que es muy superior a su oponente. El Barça no ha conseguido siquiera
traspasar el centro del campo y Michael Laudrup roba la pelota, ve a Raúl
desmarcado en el centro del área y con un magistral pase de esos muchos que lo
caracteriza se la da, pero no hay buen entendimiento con el capitán; no obstante, en un
rechace, Bam Bam Zamorano con su pierna izquierda bate a un Busquets poco
acertado por su escuadra derecha.
Apenas habían pasado 5 minutos y el ariete
chileno pone el 1-0 en el marcador. El estadio vibraba de la emoción, no es
para menos, es el eterno rival y hay que ganarlo.
Pasan los minutos y el dominio en el campo por los blancos
es aplastante. Llega el minuto 21 y Amavisca desde el centro del campo, pone un
balón medido que llega a las botas de Iván Zamorano que magistralmente pone el
2-0 en el luminoso. Alegría total en las gradas, ya que Zamorano estaba en racha ya que se
habían disputado 16 partidos y lleva 16 goles, una media de 1 gol por partido.
Parece el partido perfecto para los madridistas y parece que llega en buen
momento.
Raúl casi marcó el tercero en una asistencia de Zamorano,
pero se topó con Busquets tras un ingenuo disparo.
El tercero parece que está al caer. Bakero se entretiene en el área ante la atónita
mirada de Laudrup que consigue robarle la cartera con la elegancia que le
caracteriza, cediéndole el balón a Zamorano que se encuentra situado en el
lugar y el momento preciso para fusilar a placer a Busquets, así logrando el
tercero de la fiesta blanca. Era el Minuto 39 y el 3º gol nuestro. Todos ya estábamos
pensando en devolverle el 5-0 al Barça que nos endosó en la campaña pasada en
el Nou Camp.
Todos lo pensamos y viendo el buen juego y la insistencia,
lo vemos muy posible.
No puedo evitar quitar la mirada de Stoichkov, no había participado
en ninguna jugada y se ha pasado todo el tiempo discutiendo e insultando a los
Ultras Sur. En una entrada barriobajera como a él se le caracteriza, entra dandole una patada a Quique Sánchez Flores, tirándole al suelo por
completo y así consiguiendo meter más al fondo a su equipo que está
desaparecido.
Termina la 1º mitad y la fiesta en las gradas es salvaje.
Todos muy contentos a pesar de escuchar algún aficionado decir que en la
segunda mitad como bajen el ritmo, a pesar de que el Barça juega con uno menos,
nos pueden hacer daño y pueden empatar. (No entiendo ese negativismo)
"Fíjate en el banquillo del Barça", me dijo mi padre, alcé la
vista y me sorprendió al ver a tantos policías antidisturbios portando los
escudos de protección rodeando el banquillo culé. No entendía nada.
Ya comenzaba la segunda mitad y el Barça parecía que reaccionaba un poco pero sin ninguna acción de peligro en la portería de Paco Buyo (el portero tenía una noche tranquila, parecía un mero espectador a pie de campo.)
Era de notar que el
Real Madrid en defensa estaba rodando la perfección. Con los centrales Hierro y
Manolo Sanchis trabajando conjuntamente y los laterales Quique y Lasa formaban
un bloque impenetrable.
Estamos en el minuto 63 y Jorge Valdano ve necesario retirar
del terreno de juego a Raúl, así dándole descanso para que salga Martín Vázquez.
Estabamos en el minuto 23 de la segunda parte y el recién llegado
al terreno de juego Martín Vázquez se adentró en el área culé por la zona
derecha, haciéndole el pase de la muerte a Zamorano que con mala suerte
estrelló en el palo, pero Luis Enrique (que finamente recogió el rechace) estampó el balón en el fondo de la red.
Iban cuatro goles y estabamos a uno más
para meterles la manita y devolvérsela a los culés.
Sanchís desde el centro del campo, vió desmarcado a Iván
Zamorano, haciéndole llegar el balón y éste optó por pasarle la pelota a Emilio
Amavisca que con furia y rabia la introdujo dentro de la portería. Minuto 26 de
la segunda parte, los aficionados estallan de alegría y la manita ya es una
realidad, se la hemos devuelto y nos hemos quitado esa espina que teníamos
clavada.
La gente quería más goles, era una noche propicia para ello y
no es para menos porque todavía quedaban 19 minutos para el final y todavía tenía la
pinta de meterles una goleada de espanto.
En esos 19 minutos restantes el Real Madrid dominaba por
completo, pero la única jugada de verdadero peligro fue en el minuto 48 cuando Guillermo
Amor hizo una apertura sobre Abelardo, este último con un disparo muy fuerte hace emplearse al “Gato de Betanzos” atajando el balón. La única acción comprometida para el arquero gallego,
haciéndose notar que también está ahí.
La alegría que tengo dentro es indescriptible, hay que estar
ahí para vivirlo y más aún cuando anteriormente había apostado 100 pesetas a
que ganaba el Real Madrid con ese resultado. El premio fueron 5000 pesetas.
Un gran partido el vivido, entrando en la historia del
Madridismo por la manita metida al Barça.
.
(Nota del autor)
Disfrutar de esa alegría no tiene
precio y mucho más cuando es el 1º partido del Madrid en el Bernabéu y con mi padre, es el mejor regalo que me han podido hacer en la vida y guardaré en mi
memoria por siempre.
En esta sección de “Fiebre Vintage” he querido compartir con
todos vosotros ese recuerdo que tengo, contándo en primera persona lo acontecido
aquel día.
Espero que esta forma diferente de contarlo sea de vuestro
agrado.
(PARTIDO COMPLETO)
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