Hasta el minuto 90.
Recuerdo aquellos días de colegio o de secundaria en los cuales el profesor nos asignaba una tarea para un día especifico, llegaba a mi casa y se me ocurría terminar ese deber en ese momento para tener los siguientes días libres y tener más tiempo para dormir y descansar. Empezaba emocionado buscando la información y los materiales necesarios para sacar la máxima nota, cualquiera que me veía pensaba que era el mejor de la clase. Cuando ya estaba en la mitad del asunto, un pensamiento inundaba mi mente "ya has hecho suficiente, anda a dormir y terminas otro día". Y así ocurría, me confiaba y cuando se acercaba la fecha de entrega empezaba a correr para terminar el trabajo, se me venía todo encima a última hora y a final de cuentas aprobaba pero no con la nota deseada.
Creo que a todos nos ha pasado esa situación y el Real Madrid me recuerda eso si realizamos una analogía. Salen a la cancha con la tarea de ganar en la mente, empiezan el juego mostrando buen fútbol y defendiendo bien, con buenos goles se hacen con la ventaja y no dejan jugar cómodamente al rival. Hacen una primera parte excelente, como el niño emocionado haciendo la tarea. La cosa cambia en los 45 minutos restantes. No se si llamarlo exceso de confianza o es que los cambios no hacen resultado pero es algo que se nota en los once jugadores. No se presiona la salida del rival, la posesión del balón se pierde y se olvidan de hacer goles. En general ganan el partido pero no de la manera deseada, así como el niño y la nota final del trabajo.
Una cosa es saber cuidar el resultado y bajar un poco el ritmo para no llegar tan cansados a los partidos venideros y otra es olvidarse de jugar. El Real Madrid se deja hacer en las segundas partes, ejemplos claros fueron los partidos contra el Atlético, el Celta, el Sevilla y el Shakthar; la segunda parte fue un sufrimiento contra estos equipos.
Se les olvida que hay algo llamado gol en la recta final del juego. Tanto en La Liga como en La Champions, la relación de goles recibidos y goles anotados es positiva pero por muy poco, sino fuera por lo hecho al principio de los juegos en ambas competiciones las cosas estuvieran mal para los de la capital.
Este bajón del equipo no se vio al comienzo de la temporada, en ese momento se veía un equipo solido durante los 90 minutos y goleador, contra el Betis, Espanyol, Granada y el primer juego contra el Shakthar fue así. Los madridistas estamos preocupados por este asunto ya que esta situación nos puede pasar factura contra equipos incómodos y equipos grandes, queremos un equipo que juegue, defienda y anote durante todo el juego. La brillantez a momento de jugar no siempre es el camino, hay que correr todo el juego y hasta que el arbitro no de el pitido final el balón no se detiene, en el fútbol se juega y se corre durante 90 minutos, no solo durante 45 minutos.
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