Dinastía en construcción.



En el deporte las llamadas dinastías son esos periodos de tiempo en los que un equipo implementa una supremacía total, muchas veces el equipo cuenta con una figura de líder máximo o con un grupo de deportistas que sobresalen del resto y son los pilares del plantel. Para lograr llevar a un equipo a este nivel se necesita de un grupo de factores que mezclados hagan crecer al equipo en todo sentido y por encima de sus rivales.

Todos sabemos con que panorama se encontraba Zidane el día que tomó el mando del Real Madrid, muchos estábamos esperanzados con la llegada del francés pero para ese momentos creíamos estar seguros de que le iba a tomar algo de tiempo arrancar, incluso no sabíamos a ciencia cierta si la llegada de Zidane iba a ser algo de largo plazo

¡Y aquí estamos! Prácticamente recién campeones de Europa por undécima vez y con otra Supercopa de Europa en las vitrinas. Para el mister las cosas empezaron de la mejor manera posible, el equipo tiene aire de competitividad, de no dejarse morir a pesar de los resultados. Con el comienzo de esta temporada estamos viendo a un Zizou administrador, trata de manejar el equipo para que todos salgan beneficiados, su mano de obra empieza a verse en la plantilla. 

A pesar de lo prematura que es la temporada, el Real Madrid ha conseguido un registro importante. El primero ha sido el de empatar el récord histórico de victorias consecutivas en La Liga Española, el cual solo tenía Pep Guardiola con 16 triunfos seguidos y lo mejor de todo es que el día de mañana ante el Villarreal el récord puede ser exclusivo de la casa blanca, podemos agregar a esto que de conseguir los tres puntos este miércoles se habrían conseguido cinco victorias al hilo, cosa que no pasa desde la 2009-10 con Pellegrini . Además, es la primera vez en la historia del equipo que se marcan 11 goles y sin repetir anotador, sin dudas que esto habla muy bien del planteamiento de juego de Zidane.

Las cosas marchan bien a pesar de que a veces el equipo no juega de la forma más brillante posible, todos esperamos de que esta tonalidad se mantenga el mayor tiempo posible y se perfeccionen los errores. Al madridismo de verdad le encantaría dentro de muchos años recordar la época de Zidane como un lapso de tiempo lleno de éxitos y grandes victorias, pero esto es algo que no depende exclusivamente del director técnico y mucho menos de nosotros los fanáticos. En los últimos años el Real Madrid es bien conocido por haber tenido una gran cantidad de directores técnicos en pocos años, esto se debe a que no hay confianza en los proyectos y de eso necesitan los proyectos, de confianza por parte de los de arriba; además del compromiso máximo de los jugadores, ya sabemos los resultados que traen esas novelas y eso berrinches de vestuario.

En tan solo ocho meses las cosas han sido felicidad pura para Zidane y el madridismo, tan solo necesitamos que esto se extienda y ser un equipo dominante, que los rivales les tiemblen las piernas al ver a los vikingos saltar al campo. Para ello todos los factores tienen que engranar de forma perfecta, que la confianza venga desde arriba y el compromiso desde las botas y los corazones de los jugadores. La dinastía de Zidane está en construcción y puede ser una realidad, solo pedimos que no termine como aquellas épocas que prometían mucho y terminaron en poco.


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