SR9, la cabeza de oro.

Pues sí señores, una vez más lo ha vuelto a hacer. Don Sergio Ramos García, un defensa con alma de delantero destinado a estar siempre en el lugar y el momento adecuado para sacar de un apuro al equipo. Ya son demasiadas veces las que este hombre ha recurrido a la épica como para seguir llamándolo, con perdón, "flor en el culo". Esto es el Real Madrid, un equipo al que todos dan por muerto en el minuto 89, y llega en el 90 y te destroza los esquemas bajándote de un puñetazo la euforia.

Me siento afortunado de pertenecer a la gran familia madridista formada por aficionados de todo el mundo. No me imagino cómo debe ser apoyar a cualquier equipo que juegue contra el Madrid y creer que ya se ha puesto fin a la racha de imbatibilidad de los blancos, cuando la realidad es otra muy diferente, porque ya van 32 partidos sin perder, 32 partidos invictos entre los cuales ya hemos pasado por el Calderón y por el Camp Nou solventándolos con grandes actuaciones.

Parece mentira, pero podemos contra todo y contra todos. Ni jugando los rivales con 12 jugadores son capaces de ganarnos, y mira que se empeñan en que perdamos, pero nada, la supuesta flor que tiene Zidane sigue creciendo para agonía y desesperación de muchos.

Pese a las bajas y al gran estado de forma arbitral de algunos equipos, el Real Madrid sigue líder, invicto, y con serias posibilidades de ganarlo todo.

Con el Mundial de clubes a la vuelta de la esquina, el momento por el que atraviesan los nuestros es envidiable por el resto de equipos, que no saben cómo pararnos, ya que cuando creen que van a puntuar frente a nosotros, llega algún señor vestido de blanco y tira todo tu trabajo por tierra.

Y sin más me despido, aún afónico de cantar el gol de Sergio Ramos, preparando mi garganta para celebrar los goles y derrotar al Borussia este miércoles en el gran Santiago Bernabéu. Y recuerden, si tienen cualquier problema y no saben cómo solucionarlo, llamen a Ramos, Don Sergio Ramos.

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