La Cuarta


   El verano 1958/59 estuvo marcado por uno de los hechos más importantes en la historia del club; el fichaje de Ferenc Puskás fue una apuesta personal de Don Santiago Bernabéu ya que venía de la suspensión de 2 años impuesta por la FIFA debido a las acciones de los jugadores húngaros luego de la revolución en su país. El presidente nunca dudó de lo que el magiar podía hacer y el 11 de agosto de 1958 el Real Madrid se hizo con los servicios de uno de los anotadores más letales en la historia del fútbol. Demostrándolo desde el inicio, en su debut oficial en el Bernabéu terminó marcando un triplete.
La campaña empezó con un Real Madrid que aplastaba a los rivales, y era lógico ya que contó con el que se recuerda como la mejor línea de ataque en la historia del fútbol de clubes. Raymond Kopa seguía por derecha, con sus interminables diagonales; Héctor Rial más centralizado; Paco Gento en su ida y vuelta constante por izquierda con sus punzantes desbordes; Ferenc Puskás aprovechando el cañón que tenía en su pierna izquierda y Alfredo Di Stefano comandando todo desde el centro, liderando una artillería de ensueño. 

Raymond Kopa, Héctor Rial, Alfredo Di Stefano, Ferenc Puskás y Paco Gento.

   Luis Carniglia había acoplado de maravilla estas 5 piezas, sustituyendo de buena forma a nada más y nada menos que Miguel Muñoz en el medio con un muy joven Juan Santisteban; en defensa también supo juntar a 2 de los mejores defensores de la época, Marquitos Alonso volvió al equipo titular acompañando a Santamaria desde un flanco, dejando al uruguayo en el centro.
La cuarta Copa de Europa contó con la participación de 25 federaciones, con equipos de renombre como la Juventus de John Charles quedándose en la ronda preliminar ante el campeón austriaco Wiener Sport Club.
Los Octavos de Final vieron el choque entre el Real Madrid y el Besiktas. Los de Carniglia abrieron el marcador a través de un gol de Santisteban y doblaron la ventaja con Kopa, para llevar a la dificilísima plaza de Estambul con la serie encaminada.
Otra vez el joven Santisteban abre el marcador en Turquía para terminar de definir la serie, antes del final el Besiktas empató el partido pero sin chances de acercarse en el global.


   Al inicio del año 1959, antes de jugar los Cuartos de Final de la Copa de Europa, se entregó el Balón de Oro, galardón en el que Raymond Kopa había sido tercero en las dos únicas ediciones. Para este año 1958 fue el ganador; al llevarse la gloria con el Real Madrid y jugando un magnifico mundial con Francia llegando al tercer lugar, los votos le otorgaron al francés un merecido premio.



Raymond Kopa al recibir el Balón de Oro 1958.

   Al Madrid le tocó viajar a Viena para encarar los Cuartos de Final, el rival fue muy duro y el encuentro finalizó con empate sin goles, en el mismo campo en el que la Juventus se llevó 7 goles en la ronda preliminar.
El Wiener SC no pudo contener el ataque blanco en el Santiago Bernabéu y 4 goles de Di Stefano y tantos de Rial, Mateos y Gento sellaban el pase a semis. Estos 2 partidos, junto a 7 de Liga, fueron dirigidos por Miguel Muñoz, ex jugador y capitán del equipo, en consecuencia a la enfermedad que hizo separar de las canchas al DT Luis Carniglia, quien volvió para encargarse del equipo en abril. 

   Ya con Carniglia en el banco, el rival a vencer para llegar a la final era el Atlético de Madrid. El partido de ida disputado en el Santiago Bernabéu se saldó con victoria de los blancos con goles de Di Stefano y Puskás para que el partido finalice 2-1. En el Metropolitano el vencedor fue el equipo rojiblanco, forzando así un partido de desempate a disputarse en la Romareda de Zaragoza. Allí se lesionó Lesmes y, debido a la imposibilidad de hacer cambios, se recurrió a lo más utilizado en aquellos años: moverse al lugar del campo en el que menos influyera, en este caso fue de extremo izquierdo, haciendo que Gento jugara el partido corriendo por la banda completa. Fue Di Stefano el que abrió el tanteador y Collar empató el compromiso minutos después. Antes que finalizara el primer tiempo, Puskás dio la ventaja a los suyos y el resultado no sufrió otra alteración, otorgando al Real Madrid su cuarta final.

   La ciudad elegida para albergar el partido definitorio fue Stuttgart y el rival sería el Stade de Reims, rememorando aquella primera final. El equipo francés significaba mucho para Raymond Kopa, que además de jugar ante su ex-equipo, también escuchó el himno patrio antes del inicio del partido, pero defendía al equipo español. Luis Carniglia alineó a Enrique Mateos, sobre Ferenc Puskás, junto a Kopa, Gento, Rial y Di Stefano en la delantera. Ruiz y Santisteban en la mitad del campo junto a los defensores Zárraga, Marquitos y Santamaria. En la final, la portería fue para Rogelio Dominguez, quien ya rotaba con Juanito Alonso en esa Copa de Europa, jugando 4 partidos cada uno.
La elección de Carniglia de darle la titularidad a Enrique Mateos pagó dividendos apenas a los 75 segundos del partido cuando con una gran definición con el exterior, el atacante adelanta a los campeones defensores.
El partido fue parejo, especialmente desde que Kopa sufre una lesión en la rodilla que lo deja evidentemente afectado, pero con un esfuerzo monumental sigue en el campo para ayudar dentro de lo posible a sus compañeros; luego del partido se sabría que la lesión fue nada más y nada menos que una rotura de ligamentos en la pierna izquierda.
El Madrid era superior, y al inicio de la parte complementaria lo imprimió en el resultado con un segundo gol, esta vez firmado por Alfredo Di Stefano, que no podía faltar en la final y mandó la pelota a la red con un derechazo de media distancia. Los minutos pasaron sin apremios y el Real Madrid se proclamaba rey de Europa por cuarta ocasión, algo irrepetible y que es historia viva del deporte. La fortaleza de Marquitos y Santamaría, la inteligencia de Zárraga, la velocidad de Gento, la magia de Kopa y la dirección de orquesta necesaria de Don Alfredo, volvieron a hacer del Real Madrid el mejor de todos. 



Arriba: Kopa, Mateos, Di Stefano, Rial, Gento.
Abajo: Marquitos, Ruiz, Santamaria, Dominguez, Zárraga, Santisteban.


La Quinta


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