La Quinta


   El Real Madrid empezó la temporada 1959/60 con varios cambios; la dirección técnica no estaba a nombre de Luis Carniglia, su relevo fue el paraguayo Manuel Fleitas, quien ganó tanto en selecciones como en clubes del fútbol suramericano. Con él llegaron 2 jugadores brasileños con mucho cartel, Didí y Canario. También se dio una salida importantísima del equipo, Raymond Kopaszewski salió de la casa blanca para volver a su Stade de Reims, dejando una estela de calidad que nunca será olvidada en el Santiago Bernabéu.
La pretemporada vio al Real Madrid enfrentarse a varios de los mejores equipos del mundo, pero hubo un choque que fue mítico. La única vez que se enfrentaron Di Stefano y Pelé en un campo de fútbol fue en el partido de despedida que se había organizado para homenajear a Miguel Muñoz en ese verano de 1959. El encuentro terminó con un 5-3 para los locales con respectivos partidazo de Pelé y Di Stefano, además de 3 goles de Luis Del Sol para el Madrid, pero lo más destacado de la noche tenía que ser la estruendosa ovación que recibió el gran capitán blanco Miguel Muñoz.

Alfredo Di Stefano y Pelé en el Santiago Bernabéu.

   Fleitas dio la confianza a los brasileños para cubrir el lugar de Kopa y dejar a Rial en el banquillo, con un inicio algo irregular en liga.
En la Copa de Europa volvieron equipos como el Anderlecht, Nice o Milan y se sumaron el Wolverhampton y el FC Barcelona, debutantes.
El Real Madrid, campeón de las 4 únicas ediciones anteriores era el rival a vencer y lo supo desde el inicio, los grandes favoritos se medirían ante el Jeunesse Esch, también debutante en la competencia.

   Su favoritismo fue demostrado desde el primer partido, ganando 7-0 en la ida con 3 goles de Puskás, 2 de Herrera y tantos de Di Stefano y Mateos.
Para el partido de vuelta marcó el joven mediocampista José María Vidal, además de Di Stefano, Puskás y Enrique Mateos por duplicado; terminando la eliminatoria con un 12-2 global.
Al inicio del año 1960 el Balón de Oro ofrecía su cuarta entrega y Alfredo Di Stefano fue el elegido para llevarse su segundo galardón, tercero seguido para un jugador del Real Madrid, Raymond Kopa volvía a entrar en los puestos de honor que en esta ocasión fue segundo.


   En los Cuartos de Final, el multicampeón europeo se mediría al campeón galo, el Nice consiguió llevarse el partido en Francia, logrando remontar los goles de Herrera y Rial y volando a Madrid con una ventaja de 3-2. 
Ante esta desventaja, el Real Madrid salió a buscar el partido y los goles cayeron de la mano de Pepillo, Di Stefano, Puskás y Gento para el 4-0 final.
El cuadro de eliminatorias dejó emparejados en semifinales al Real Madrid y al FC Barcelona, el primer enfrentamiento de los clásicos rivales españoles en Europa. El Barcelona venía liderado por Luis Suarez y Sandor Kocsis y venían peleando el campeonato liguero palmo a palmo. 

   Ya para este partido estaba en el banquillo madridista el legendario Miguel Muñoz, el destino había cumplido lo que prometía hacía unos años y se le fue otorgado el puesto de director técnico.
Fue Alfredo Di Stefano el que abrió el marcador al minuto 17 y Puskás amplió la ventaja para los blancos hasta que Eulogio Martinez recortó la diferencia. Luego de la lesión de Santamaria, el Madrid aguantaba la diferencia y Don Alfredo la amplió a 6 minutos para el pitido final, finalizando el encuentro con el 3-1.
Una semana después se jugó el partido de vuelta, con el FC Barcelona buscando una remontada que los dejara en la final. Nada más lejano a lo que ocurrió, el Real Madrid desplegó su fútbol y el cañón húngaro anotó al minuto 25 para el 4-1 global, otra vez Puskás aumentó la brecha para dejar KO a los culés; Gento marcó el 3-0 que se vio recortado por un gol de Kocsis en el minuto final y dejar la eliminatoria con un global de 6-2 para el equipo merengue.

Alfredo Di Stefano ante el FC Barcelona.

   La final sería disputada en el mítico Hampden Park de Glasgow, ante el campeón alemán Eintracht Frankfurt en el que sigue siendo recordada como la mejor final de la Copa de Europa. Miguel Muñoz eligió a Domiguez para la portería, la grandiosa dupla Marquitos-Santamaria junto al jovencísimo Pachín en defensa. Su antigua pareja de la medular, Zárraga estuvo junto a Vidal para dejar a Canário, Del Sol, Di Stefano, Puskás y Gento en ataque.
Erwin Stein administraba los ataques del conjunto teutón y fue él el que tras una bonita jugada asistía a Kress y los alemanes se iban arriba.
Después de 26 minutos llegó el empate tras un desborde de Canário que centra y encuentra a Alfredo Di Stefano para empatar, el empate fue solo 3 minutos antes de que otra vez Di Stefano, esta vez rematando un despeje ante un intento de Canário, anote el segundo y adelante al Madrid. El 3-1 es uno de los goles más recordados de Ferenc Puskás, e hizo muchos, su magnífico remate de zurda al ángulo superior del primer palo del portero rival sigue siendo rememorado constantemente; anotado en el minuto final de la primera etapa de aquella final.
Puskás de penal hizo el cuarto y el quinto llegó al minuto 60 tras una gloriosa corrida de Paco Gento por la banda que hizo suya durante su carrera, luego del largo recorrido centró y Puskás remató para el 5-1. Otro remate de la maravillosa pierna izquierda de Ferenc se incrustó en el ángulo derecho del arco y ya eran 6, 4 en la cuenta personal de Puskás, sí, 4.
Stein marcó el 6-2 un minuto después, para que el Real Madrid sacase del medio y 18 segundos luego anote el 7-2, firmado por Don Alfredo Di Stefano, que ya había anotado en las 5 finales jugadas de la Copa de Europa.
Stein anotó de nuevo y apunto estuvo de llegar el 4 de la saeta rubia, que estrello un gran remate en el palo.
El encuentro terminó, siendo la final con más goles anotados en la historia de la Copa de Europa, con Puskás como máximo anotador del torneo, quien lo ganaba tras el dominio de Don Alfredo los 3 años anteriores en ese rubro. El húngaro también ganó el premio pichichi esa temporada, tras los 5 seguidos que consiguió Di Stefano.
También importante fue para Miguel Muñoz, quien fue el primero en ganar el torneo como jugador y como entrenador. 

Celebración de la Quinta Copa de Europa.

   Un par de meses después se disputó la primera Copa Intercontinental, enfrentando al club blanco contra el Peñarol uruguayo.
El partido en Montevideo terminó empatado a 0 y todo quedó por decidirse en Madrid.
120000 personas asistieron y 13 paises vieron las maravillas del Real Madrid, a los 10 minutos ya Puskás y Di Stefano habían marcado 3 goles y a los 51 Gento anotó el quinto. El partido finalizó 5-1; todos fueron testigos de como el mejor equipo del mundo dejó pequeña la frase de The Times al ganar la quinta Copa de Europa: “El Real Madrid se pasea por Europa como los vikingos hicieron, destruyendo todo a su paso”.
Y es que el Real Madrid se paseó por el mundo, no solo por Europa, destruyendo todo a su paso.
Real Madrid CF junto a la Copa Intercontinental. 


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