Francia 1938


La elección para albergar el campeonato mundial de 1938 dejó mucho de qué hablar; Argentina competía con Francia y en la FIFA optaron por dar la organización a los galos, decisión que para la AFA fue indebida y es que según los argentinos, Rimet les había insinuado que la copa se alternaría una edición en América y una en Europa. Rimet desmintió esto y todos en el viejo continente lo apoyaron para no tener que costear el largo viaje a América. El mundial se disputaría en Francia, de eso no había dudas, pero solo con 2 seleccionados americanos: Brasil, quienes querían quedarse con el campeonato de 1942 y Cuba por parte de CONCACAF; el resto de países en América se negaron a participar por el supuesto desplante de Rimet. En Asia sucedió algo similar, debido al conflicto entre China y Japón, la zona no tuvo más que un representante: Indias Orientales Neerlandesas, hoy llamada Indonesia, quienes entraron de forma directa.

En Europa faltaron 2 selecciones por temas políticos lamentables. En España se vivía en plena guerra civil en 1938, por lo que el fútbol internacional no era una opción, de hecho habían jugadores exiliados. Ricardo Zamora, portero y héroe nacional, estuvo preso por el gobierno de la República durante el conflicto y en 1936, gracias a la intervención del estado argentino, pudo irse a vivir como exiliado en Francia y jugar en el Niza.
También Austria fue ausente destacado en la Copa luego de clasificarse en las eliminatorias. Apenas 3 meses antes de la competencia se dio el Anschluss, el primer gran paso de Hitler en su campaña expansionista, medidas que terminaron ocasionando la Segunda Guerra Mundial. Alemania se anexionaba Austria como una provincia del tercer reich y el régimen nazi se hizo presente en Viena. Como el fútbol no puede escapar de todos estos temas, los futbolistas austriacos fueron obligados a jugar con la selección germana que Hitler quería tomar como bandera, al igual que Mussolini hizo con la azzurra.
5 jugadores que jugaron con Austria en Italia 4 años antes, representarían a Alemania en Francia; pero el más importante, Matthias Sindelar, siempre se negó a pesar de ser amenazado y amedrentado, llegando a retirarse por completo del fútbol. En 1939 fue encontrado sin vida en su hogar junto a su novia, en unas extrañas circunstancias que nunca se esclarecerán del todo.

Volviendo al fútbol; junto al local, al vigente campeón y a Alemania, los demás europeos fueron Bélgica, Checoslovaquia, Hungría, Países Bajos, Polonia, Rumania, Suecia y Suiza.
Los Octavos de Final nos regalaron auténticos partidazos, el mejor de ellos fue el Brasil - Polonia. Los cariocas llegaron con la base de la copa anterior, con Leónidas a la cabeza y es él quien abre el marcador en Estrasburgo. Un marcador que finalizó 6-5 para Brasil con 3 de Leónidas, mientras que el polaco Wilimowski fue el primer jugador en anotar 4 goles en un partido mundialista. En este encuentro, Leónidas anotó su famoso gol descalzo, aprovechándose de que el juez no se percataba, siguió jugando mientras le cosían una de sus botas que se habían dañado durante el partido.
En Cuartos los esperaban Plánicka, Puc, Nejedlý y su Checoslovaquia que sacó, también en tiempo extra, a los Países Bajos.
Las Indias Neerlandesas hicieron el papel esperado, salir goleados en primera ronda por Hungría, que con Gyorgy Sárosi en plan estelar, se enfrentarían a Suiza en Cuartos; luego de que los helvéticos eliminaran a los alemanes.
Suecia probablemente tuvo el camino más fácil en la historia de los mundiales para meterse a semifinales, en los Octavos fue sorteada con Austria, pero por las razones conocidas, no se pudo disputar el partido. En Cuartos se medirían a Cuba después de que los isleños vencieran a Rumania en la fase de 16.
Con el Olímpico de Colombes a reventar, los locales se dieron el gusto de endosar un 3-1 a Bélgica, y se verían las caras con los campeones mundiales en Cuartos de Final. Pozzo seguía con su Método, y con Meazza ahora de capitán de la nueva selección italiana. El esquema seguía contando con Meazza y Ferrari de mezzali, con el sublime Rava en defensa y ningún otro jugador repetía en el equipo de Pozzo cuatro años después de aquella gloriosa Copa de 1934. Seguían con un suramericano en el centro del campo, Michele Andreolo tomó la posta de Luis Monti y luego de jugar con Uruguay, ahora llegaba a la Nazionale. Un equipo que ya aprovechaba los goles de Silvio Piola, de los mejores delanteros en la historia itálica, por algo sigue siendo el máximo anotador de la Serie A; fue él quien le dio la victoria a los suyos con un tanto en el tiempo suplementario para clasificarse ante una difícil Noruega.  



Estadio Olímpico de Colombes

En Cuartos de Final, con la selección italiana jugando completamente de negro, haciendo alusión a las camisas negras de Mussolini, el Olímpico de Colombes vería a Silvio Piola volver a erigirse como figura para dejar fuera a los locales. Los galos demostraron que no solo servía ser el país organizador para llevarse la copa. 2 goles de Piola rompieron el empate que Colaussi y Heiresser habían establecido.
La batalla campal que se vivió en Burdeos entre Brasil y Checoslovaquia quedó para el recuerdo. 2 brasileños expulsados, uno de ellos por romperle el tobillo a Nejedlý, que no pudo continuar luego anotar su gol; además de un expulsado para los checos hicieron que el 1-1 terminara con 9 hombres por lado. Plánicka sí terminó el partido, pero con el brazo fracturado. Junto a las 2 estrellas checas, se quedan fuera otros 4 jugadores para el desempate, partido en el que no pudieron actuar 8 brasileños. El que estuvo fue Leónidas y al igual que 2 días antes, se hizo presente en el marcador y mandar a los suyos a semifinales.
Los húngaros seguían en los suyo, luego de sus respectivos dobletes en la ronda anterior, Sárosi y Zsengeller anotan para la victoria por 2-0 ante suiza, ya estaban en semis y se medirían a Suecia que goleó 8-0 a Cuba, la mayor goleada hasta ese momento en los mundiales.

En ese Hungría - Suecia volvió a aparecer Sárosi, jugador que poseía una sapiencia táctica revolucionaria para la época; podía jugar de medio defensivo, centrocampista creativo o atacante. Firma otro gol en la goleada a Suecia, partido en el que Zsengellér marca 2 tantos y Hungría volaba a París.
Los pasajes de avión escaseaban y cansados de viajar en tren, los brasileños deciden comprar boletos Marsella - París para trasladarse luego de las Semifinales al lugar de la final.  Pozzo solicita a los brasileños la cesión de los boletos en caso de victoria italiana, pero los brasileños se lo tomaron en broma al verse favoritos.
Sin Leónidas, el equipo brasileño no pudo ante la defensa azzurra conformada por Pietro Rava y Alfredo Foni, pareja juventina en esos años.
Gino Colaussi, gran puntero izquierdo,  abrió el marcador y Meazza anotó el segundo para sentenciar el partido, a pesar de que a falta de 2 minutos Brasil se acercó. Otra vez Pozzo le daba a los suyos una final, una final a la que tuvieron que viajar en tren, debido a que los directivos cariocas no aceptaron la propuesta del DT italiano.
En Burdeos, Leónidas volvió para marcar dos veces en el 4-2 con el que Brasil obtiene el tercer puesto ante Suecia. La estrella brasileña sumó 7 tantos y se convirtió en el máximo goleador del torneo.

Giuseppe Meazza, Georges Capdeville y Gyorgy Sárosi.
Hungría - Italia era la final, otro bonito choque entre Pozzo y su Método, ante los magiares que ondeaban la bandera danubiana por la desaparición del Wunderteam y que sentaron las bases para el fútbol que desplegarían años más tarde. Para Italia no significaba solo fútbol, ante Mussolini los italianos se jugaban cosas mucho más importantes que la gloria futbolística. 
Frente 55000 personas en el Olímpico de Colombes, Italia sale con Olivieri; Foni, Rava; Serantoni, Andreolo, Locatelli; Meazza, Ferrari; Biavati, Piola y Colaussi. Éste último aparece como en Octavos, Cuartos y Semifinales para inaugurar el marcador, que se movía de nuevo con el empate de Titkos. El gran goleador, Silvio Piola se hace presente con el segundo y Gino Colaussi hace el tercero y el partido era de Italia hasta que Sárosi devolvió la incertidumbre en el resultado con su gol. El talentoso extremo derecho Biavati asistió a Piola que concretó su doppieta y así finalizó la historia, los sombreros volaban en Colombes.
Los jugadores italianos se aseguraron el olimpo del fútbol y, probablemente, su bienestar tras el telegrama donde se leía el “Vencer o morir” de Mussolini. De nuevo la Diosa de la victoria se iba a Italia, esta vez sin la sombra de los arbitrajes y tomada de manos por Vittorio Pozzo, que sigue siendo el único entrenador en alzarse 2 veces como campeón del mundo.

Giuseppe Meazza recibe la Copa del Mundo.

Mejores Jugadores: 

1) Leónidas Da Silva / BRA.
2) Silvio Piola / ITA.
3) Gyorgy Sárosi / HUN.

Máximos Anotadores:

- Leónidas Da Silva / BRA: 7 goles.
- Silvio Piola / ITA: 5 goles.
- Gyorgy Sárosi / HUN: 5 goles.
- Gyula Zsengeller / HUN: 5 goles.


Equipo Ideal

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