México 1970


La mejor previa que le podemos dar al mundial de México 70 probablemente sería hablando de cómo se gestó ese gran equipo que fue Brasil. La canarinha se despidió del mundial de 1966 con un mar de dudas en las cabezas de los responsables. Los equipos europeos les sacaban ventaja gracias a la  férrea preparación ue en los años 60 empezaba a aplicarse en el fútbol del viejo continente. La ineludible calidad del mejor del mundo no era suficiente, Pelé tenia  29 años que parecían más debido a la criminales patada e infinitos partidos jugados con el Santos; el rey no pasaba su mejor momento en la selección, llegando incluso a ser suplente durante la preparación para la copa. Los pésimos resultados de esos meses hicieron que en la CBF se le diera el mando al lobo Zagallo. Mario había probado la mieles del éxito en el 58 y 62 junto a Pelé y a Garrincha. En 1970 debía gestionar a 5 de los máximos talentos en la historia del fútbol brasileño, 5 dieces que pocos pensaban que podían compartir un equipo. Pelé, cara del fútbol en Brasil y en el mundo; líder en su Santos. Rivelino, gran estrella del Corinthians y con una zurda imparable. Probablemente el jugador mas inteligente que ha visto Brasil: Gerson cerebro que jugaba en Sao Paulo. También estaba Tostao, gran artífice de los 4 títulos de liga seguidos del Vasco Da Gama en los años previos a la copa del 70. Por último tenemos a Jairzinho, que si bien ya jugaba por derecha en Botafogo, era el principal conductor y el que llevaba el peso del equipo. En definitiva, 5 talentos que por sí solos eran maravillosos y cuya fuerza gravitatoria atraía todos los balones, su peso específico era indiscutible por separado, pero juntos podían colisionar. Esto quería evitar Zagallo y en el hotel das palmeiras de Río, se pactó algo que marcaría el fútbol; Jugarían todos juntos; Jairzinho como era natural por derecha; Rivelino partiendo desde la otra banda pero acercándose hacia el centro para aprovechar su prodigiosa pierna izquierda; Gerson ordenando todo desde metros atrás para acercarle la pelota a Pelé que jugaría libre y a Tostao que serviría de referencia en ataque.

En el papel estaba planteado. ¿como saldría en ese mes de competencia en México?. Sí, el mundial volvió a América, en esta ocasión al hemisferio norte del continente y hasta allí se trasladaron las potencias europeas. El vigente campeón mantenía la solidez con Banks, Moore y Jackie Charlton, la magia con Bobby Charlon y los goles con Hurst. El fútbol inglés estaba en un gran momento, luego de su primer título mundial también logro su primera Copa de Europa, de la mano del Manchester United de Charlton. En la clasificación europea sucumbió España. clasificatorias que vieron  a Alemania mantener la base de la joven selección que presento en la final en Wembley. Junto a ellos, se metieron Bélgica, Bulgaria, Checoslovaquia, Italia, Rumania, Suecia y la URSS. Israel llegó por Asia y Marruecos representó a África, continente que recibía un boleto directo por primera vez, gracias al boicot en la edición anterior. En sudamérica clasificaron Brasil, Uruguay y Perú, un combinado peruano que apoyados en Teófilo Cubillas, practicaban un fútbol virtuoso y lleno de jugadores de calidad técnica envidiable. En Concacaf las eliminatorias fueron traumáticas,
dejando uno de los hechos más lamentables al que ha estado ligado este deporte. El Salvador y honduras se disputaban el pase a la final regional y jugaron a ida y vuelta. En el primer partido, disputado en Honduras, se saldó con victoria local provocando el descontrol en la hinchada, el día 15 de junio. Doce hinchas hondureños habrían sido asesinados por la multitud local, mientras en Honduras los inmigrantes salvadoreños son atacados. Las fronteras son cerradas y la tensión llegaría a niveles límites, mientras la confederación de fútbol de Honduras presenta reclamos a la FIFA, acusando amenazas de muerte hacia sus jugadores. Un tercer partido disputado en Ciudad de México el día 26, en el Estadio Azteca, confirmaría la supremacía salvadoreña con una victoria por 3:2, pasando a la fase final ante Haití, donde obtendrían el pase a la Copa Mundial. Sin embargo, la tensión entre ambos países crecería con el correr de los días, provocando la invasión del ejército salvadoreño a Honduras el 14 de julio de 1969. Al menos 2.000 personas fallecieron durante el conflicto bélico.

El torneo se disputó y 3 de los 4 grupos se definieron claramente. El 1 a favor de la Unión Soviética y México. El grupo 3, como era de esperar, fue para Brasil e Inglaterra,.cuyo partido favoreció a los cariocas gracias a un solitario tanto de Jairzinho, el atacante ya sumó 4 goles en l primera fase, con Pelé firmando 3 dianas. Ese Inglaterra - Brasil nos regaló una de las paradas más recordadas de la historia, la acción de Banks ante un remate de cabeza de O'Rei. También el número 4 se decantó claramente para Alemania Federal y Perú. Los germanos ya se veían favorecidos con los goles de Gerd Müller, que marcó 7 tantos en la primera ronda.
Solo el grupo 2 dejó cierta incertidumbre. Los italianos clasificaron a la segunda ronda con tan solo un gol anotado pero habiendo dejado la valla invicta en los 3 compromisos. Junto a Italia clasificó Uruguay.
Jairzinho y Pelé

El sorteo de Cuartos de Final nos planteó un duelo entre las dos mejores defensas de la Copa. México e Italia pasaron la primera ronda sin recibir goles y el balón se rodó en Toluca para que los locales se adelantaran al minuto 13. Un gol en contra mexicano abrió la lata de los goleadores itálicos, el especialista apareció, Gigi Riva marcó 2, demostrando que era de los mejores atacantes de la época.El partido terminó 1-4, dejando a los mexicanos sin su seleccionado.

También en esa fase, se vivió uno de los partidos que mejor recuerdo han dejado. Perú y Brasil protagonizaron una danza en la que el balón fue el protagonista. Didí, aquel virtuoso centrocampista campeón del mundo con Brasil en 1958 y 1962, era el DT de la selección inca. Chumpitaz  era un defensor cuyo manejo de balón se compara con el de los más grandes referentes de ese rol y posición. El lobo Zagallo seguía confiando en la formula de los 5 magos. Dos de ellos, Rivelino y Tostao, anotaron y Gallardo descontó. Tostao anotó su segundo y Cubillas acercó a Perú, hasta que Jairzinho le puso el sello a un pergamino que quedará por siempre guardado en las vitrinas de este deporte. El partido es representado a la perfección por el poeta escocés Alastair Reid: Si un marciano preguntase qué es el fútbol, un video de ese Perú - Brasil lo convencería de que es una elevada expresión artística.
Ingleses y alemanes nos regalaron otro encuentro imborrable; con el recuerdo de la final de 1966 en carne viva y ambos entrenadores todavía en los respectivos banquillos, con 10 de los jugadores que formaron parte de aquel polémico partido. Los británicos parecían encaminarse a la victoria, anotando dos. Pero Franz Beckenbauer, demostrando su dominio, anotó uno de los más bonitos goles del torneo y Uwe Seeler empató para llevar el partido a la prórroga, de nuevo. Uno que no estuvo en aquella oportunidad definiría el encuentro, Gerd Müller siguió rompiendo las redes y su gol depositó a los teutones en otra semifinal. 
Uruguay afrontaba los Cuartos de Final ante el duro combinado soviético. En un partido muy luchado, que vio a Marzukiewicz destacarse en la portería celeste, llevando el compromiso a tiempo extra. Ahí anotó Victor Espárrago, quien había ingresado minutos atrás; fue la primera vez que un recién ingresado anotaba, porque fue en este torneo donde se implementaron los cambios en los partido. Algo que en estos años se da por sentado.

En las semifinales tendríamos espectáculo, 4 campeones del mundo disputandose el cetro. En esos cuatro combinados habían condesado siete de los ocho títulos mundiales: Uruguay e Italia repartiéndose los primeros cuatro, con Alemania venciendo el quinto y Brasil los dos siguientes. Solo Inglaterra se había colado en la discusión con el último torneo.
Uruguay y Brasil hacían chocar decadas de rivalidades con recuerdos contrastantes, pero donde brillaba el Maracanazo. La celeste no claudicó fácilmente debido a su tempranero gol. Mientras los 5 atacantes se diverían, Clodoaldo era el ue hacia el trabajo sucio, aportando equilibrio para dar libertad a los de arriba y a Carlos Alberto en sus galopadas por derecha. Fue Clodoaldo quien se descuelga para empatar y a falta de 16 minutos aparecen jairzinho y rivelino para sentenciar el duelo suramericano; como asterisco quedará la mítica jugada de Pelé, que dejó en el camino al golero uruguayo sin tocar la pelota, una lástima que el remate del 10 salió desviado.
 Por la otra llave se medieron 2 fantásticos seleccionados, cuyos integrantes siguen presentes la memoria colectiva de sus respectivos países. Italia con su capitán Giacinto Facchetti y sus inmersiones desde la defensa, Riva y Domenghini como atacantes y Sandro Mazzola o Gianni Rivera como trequartista. Estos 2 nombres siguen siendo considerados como 2 de los más virtuosos talentos italianos que hayan tocado un balón. Mazzola ganando todo con el Inter de Helenio Herrera y Rivera haciendo lo propio con el Milan de Nereo Rocco, principal precursor del catenaccio. Ese esquema de cerrojo, era utilizado por el DT azzurro en México, con la creatividad reducida a solo uno de los dos, con Rivera iniciando desde el banco para ingresar en la segunda parte en lugar de Mazzola; compartiendo campo solo ante Israel. En las semifinales abrió el marcador Domenghini, los minutos pasaban y los Beckenbauer, Vogts, Seeler y Müller no podían descifrar el esquema, cosa que logró Schnellinger para abrir la puerta del tiempo suplementario; otra vez Alemania demostrando que nunca están muertos, llevando el encuentro a los 30 minutos memorables, que marcaron a estos jugadores en la historia.
Müller adelanta a los germanos y Burgnich empata. Gigi Riva da la ventaja a la azzurra y el torpedo marca su segundo para nivelar las acciones. Gianni Rivera, ese suplente que llegó al verano mexicano como Balón de Oro, marca el 4-3 con el que la Nazionale clasifica a una final tras 32 años de espera. Ese encuentro ha perdurado como el partido del siglo, título que pocos se atreven a rebatir, dadas la importancia, incertidumbre y emociones vividas. Beckenbauer terminó el partido con cintas que le inmovilizaran el brazo por su hombro dislocado, dejando otra de las razones que lo llevan a lo más alto. Sin Franz, pero con el gol de Overath, los germanos se imponen a Uruguay y consiguen así el tercer escalafón del podio. 


Brasil: Carlos Alberto, Brito, Gerson, Piazza, Everaldo, Tostao, Clodoaldo, Rivelino, Pelé, Jairzinho y Félix.

Mas de 100000 personas se  juntaron bajo el sol mexicano para presenciar historia en esa tarde del 21 de junio. En el campo había una galaxia de estrellas y así lo demostraron. Pelé marcó su tercer gol en finales del mundo, y Boninsegna empató en un partido en el que ambos buscaban el arco rival, cada uno a su manera y aprovechando sus virtudes. El entretiempo llegó, pero la entrada de Rivera se hizo esperar e Italia fue desapareciendo, viendo la telstar, hecha por Adidas, pasar de un lado a otro. Probablemente fue el esférico que cambió todo en ese rubro y no entró de nuevo el minuto 68, cuando un remate lejano de Gerson adelanta a los amazónicos, para que llegue Jairzinho y anote también en la final, consiguiendo hacerlo en todos los partidos de la copa. El cuarto tanto llegó tras una serie de pases en la que se juntaron todos en ataque, con Pelé dando el último pase para que aparezca un tren de nombre Carlos Alberto para rematar cruzado. Perfecto ejemplo de lo que dejó ese equipo, plasmando a la perfección tanta calidad, elegancia y eficacia en un campo. El mejor equipo de la historia de los mundiales regaló a Brasil su tercera estrella y la Copa Jules Rimet en propiedad. Haciendo que la Diosa de la Victoria se vaya de la mano con O´Rei. Pelé sumó su tercer triunfo mundialista, cerrando el circulo que se abrió en 1958 para ser recibido por el mundo como el mejor de todos los tiempos. En Suecia salió sobre los hombros de sus compañeros y 12 años después también, para sellar con broche dorado esa maravillosa carrera con la camiseta verde y oro, llenando folios enteros de la más brillante historia del fútbol. 

Carlos Alberto con la Copa Jules Rimet.

Mejores Jugadores:
1) Pelé / BRA.
2) Gerson / BRA.
3) Gerd Müller / RFA.

Máximos anotadores:
-Gerd Müller / RFA (10).
-Jairzinho / BRA. (7).
-Teófilo Cubillas / PERÚ (5).
Equipo Ideal

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