¡Campeones !
El Real Madrid se proclamó campeón de la Liga Endesa por 37ª vez en su historia tras vencer al UCAM Murcia en el tercer encuentro de la final, cerrando la serie con un contundente 3-0 y culminando unos playoffs invictos (8-0), algo que no se veía desde 2011. Este triunfo también les permitió conquistar el triplete de Liga, Copa del Rey y Supercopa, un logro que no alcanzaban desde hace nueve temporadas. El jugador Musa fue clave en esta victoria, siendo nombrado MVP de la final gracias a sus 18 puntos y 26 de valoración, apoyado por las destacadas actuaciones de Campazzo (13 puntos, 7 asistencias y 27 de valoración) y Hezonja (17 puntos). Este es el quinto título que el equipo ha ganado en las dos campañas bajo la dirección de Chus Mateo.
El partido comenzó favorablemente para el Real Madrid, que abrió con un 0-5 en los primeros dos minutos, lo que obligó al entrenador de UCAM Murcia, Sito Alonso, a pedir un tiempo muerto. Los locales reaccionaron rápidamente con tres triples de Ennis, reduciendo distancias. El Madrid se apoyó en Musa, quien anotó 6 puntos y capturó 2 rebotes, para mantener el juego fluido ante la falta de rebote ofensivo y la presión creciente del UCAM Murcia, que cerró el primer cuarto por delante (19-17).
En el segundo cuarto, el equipo local mantuvo un ritmo agresivo y altos porcentajes desde el perímetro (50%). La defensa al límite del UCAM Murcia y las pérdidas de balón del Real Madrid complicaron su juego, permitiendo a los murcianos alcanzar una ventaja de 10 puntos. Llull fue fundamental para evitar una desventaja mayor, anotando 9 de los 15 puntos del equipo en ese cuarto, dejando el marcador en 40-32 al descanso.
El tercer cuarto comenzó con un tiro libre de Caupain, resultado de una técnica a Causeur por protestar una falta. A pesar de sumar puntos a base de tiros libres, el UCAM Murcia no pudo mantener su ventaja. El Real Madrid, mostrando su carácter ganador, mejoró en intensidad defensiva y control del rebote. Campazzo, Musa y Hezonja lideraron un impresionante parcial de 5-24, transformando un déficit de 9 puntos en una ventaja de 10 al final del cuarto, con un marcador de 56-66, gracias a un histórico parcial de 16-34 (+18).
En el último cuarto, el Real Madrid mantuvo su solidez defensiva y manejó la ventaja con determinación. Aunque Radebaugh y Sant-Ross intentaron acercar a su equipo con un 64-69 al inicio del periodo, el Madrid mostró su fortaleza colectiva. Abalde aportó en momentos clave, y Poirier y Yabusele sellaron la zona defensiva. Campazzo y Hezonja lideraron un parcial definitivo de 3-11, sellando la victoria final por 73-84. Con este triunfo, el equipo de Chus Mateo alcanzó su 72ª victoria en 86 partidos de la temporada, marcando un récord personal y reafirmando su dominio en el baloncesto español. Además, el Palacio de los Deportes de Murcia, escenario de esta victoria, ya había sido testigo de su triunfo en la Supercopa nueve meses antes.
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